Amancio Ortega compra el 12% de la gestora de la red eléctrica y de gas de Portugal tras su entrada en REE
Lo hace también a través de Pontegadea, con un paquete accionarial valorado en 189 millones
Amancio Ortega amplía su interés inversor en el sector energético. Un día después de que el fundador de Inditex notificase la adquisición del 5% del capital de Red Eléctrica Española (REE), este viernes se ha hecho con el 12% de Redes Energéticas Nacionais (REN), sociedad que, como la española, se encarga de gestionar las principales infraestructuras de transporte de electricidad de Portugal, y en su caso también las de gas, labor que en España acomete Enagás y en la que Ortega también participa con un 5%.
Como en la mayoría de sus inversiones, el empresario gallego ha canalizado la compra a través de su vehículo inversor, Pontegadea. Como reflejan los registros de la CNMV portuguesa, este se ha hecho con un paquete de 80,1 millones de acciones de REN, que hasta ahora estaban en manos de la petrolera estatal de Omán, Oman Oil Company, que participaba a través de la sociedad holandesa Mazoon,
Al valor actual de sus títulos en Bolsa, ese 12% adquirido tiene un valor de 189 millones de euros. La participación del 5% en Red Eléctrica Española se eleva por encima de los 450 millones, por lo que en apenas dos días, Pontegadea ha invertido cerca de 640 millones de euros en los dos gestores de las infraestructuras eléctricas de España y Portugal.
Al respecto de esta última operación, desde Pontegadea se señala que se trata de un mercado "muy natural" por experiencia y conocimiento, y se insiste en los mismos argumentos que en la entrada en REE: se trata de un activo de calidad que se incorpora con vocación de permanencia a largo plazo, y cumple con la estrategia medioambiental, social y de buen gobierno que Ortega exige para invertir en compañías de infraestructuras energéticas.
Como en el caso de REE y de Enagás, Pontegadea no estará presente en el consejo de administración de REN, pese a que la petrolera de Omán si tenía una silla en el mismo. El vehículo inversor de Amancio Ortega renuncia a entrar en el órgano de gobierno de las compañías en las que invierte al no querer intervenir en su gestión.