La morosidad de la banca aumenta ligeramente en mayo al 4,55%
Se registra una caída del crédito total concedido
La morosidad de los créditos concedidos por los bancos, cajas y cooperativas a particulares y empresas aumentó ligeramente al 4,55% en mayo, frente al 4,53% de abril.
La ratio de morosidad se sitúa así en el mismo nivel del mes de febrero y suma dos meses de suaves subidas. Asimismo, se situaba por debajo del 4,73% registrado en mayo de 2020, según los datos provisionales del Banco de España. Los créditos dudosos aumentaron un 0,35% respecto al mes anterior, hasta 55.185 millones de euros, aunque cayeron un 4,97% frente al dato de mayo de 2020.
Por su parte, el crédito total del sector disminuyó un 0,14% en el quinto mes de 2021, hasta 1,2126 billones de euros, y un 1,14% respecto al mismo mes del año pasado.
Las cifras incluyen el cambio metodológico en la clasificación de los Establecimientos Financieros de Crédito (EFC), que desde enero de 2014 han dejado de ser considerados dentro de la categoría de entidades de crédito.
Sin incluir los cambios metodológicos, la ratio de morosidad se situaría en el 4,66%, puesto que el saldo de crédito fue de 1,183 billones de euros en mayo, al excluirse el crédito de los EFC.
Las provisiones de las entidades financieras se situaron en 41.082 millones de euros, 157 millones menos que un mes antes (-0,38%) y 3.771 millones por encima de la cifra de mayo de 2020 (+10,11%). Se trata de su segundo mes consecutivo de descensos, tras anotar subidas cada mes
desde noviembre de 2020.
El aumento de la ratio de morosidad se produce a la vez que se registra una caída del crédito total concedido y llega en un contexto en el que los principales organismos internacionales y nacionales, así como firmas crediticias, han venido advirtiendo de que la morosidad, que se ha mantenido
contenida gracias a las medidas de apoyo desplegadas para hacer frente a la crisis, aflorará a medida que venzan los avales públicos y las moratorias de crédito.
El Banco de España ya ha identificado los primeros indicios de un potencial deterioro en la calidad crediticia de los préstamos, como son el fuerte aumento del crédito en vigilancia especial (stage 2), que es aquel en el que el riesgo de impago ha aumentado significativamente desde su reconocimiento inicial, pero no lo suficiente como para clasificarlo como dudoso.
Además, ha constatado que las señales de deterioro crediticio en las carteras de préstamos avalados y en moratoria son "significativamente superiores" a las del resto de las carteras. La mayoría de las moratorias vigentes vencía a lo largo del segundo trimestre.