Siemens Gamesa sufre la subida de las materias primas
Los analistas alertan de la necesidad de rentabilidad de la división de eólica terrestre
Un cóctel de noticias negativas, tanto de organización interna como coyunturales, ha obligado a Siemens Gamesa (SG) a revisar a la baja sus objetivos de negocio para 2021, un año en el que esperaba volver a los beneficios tras las pérdidas de 918 millones de 2020, según los cálculos iniciales de su consejero delegado, Andreas Nauen.
El principal problema para SG ha sido que se han disparado los precios de las materias primas, según coinciden los analistas. El fabricante de aerogeneradores depende de las oscilaciones del acero, el cobre y el aluminio.
El primero le ha afectado más, porque las siderúrgicas están trasladando a sus clientes parte de las subidas de sus costes de CO2 (ahora en 55 euros por tonelada, el doble que hace dos años). Otro factor externo que ha jugado en contra ha sido la paralización de proyectos por la pandemia.
Los clientes han ralentizado sus pedidos y SG ha rebajado su expectativa de ingresos este año al rango mínimo, de 10.200 a 10.500 millones. A nivel interno, el lanzamiento de la nueva turbina 5X ha incrementado sus costes y tiene problemas de suministro en Brasil que afectan a su actividad industrial en el país carioca.
Desde el Banco Sabadell destacan que esos problemas han obligado a Siemens Gamesa a realizar provisiones por 229 millones, una cobertura que sitúa el Ebit (resultado neto de explotación) con números rojos de 150 millones, cuando se esperaba un beneficio operativo entre 79 y 95 millones, comentan los analistas del Banco Sabadell.
Los recálculos de SG tendrán un “impacto negativo en la cotización”, según la entidad, porque tienen que ver con la citada evolución de los márgenes operativos. La caída en la primera jornada tras el anuncio del profit warning fue del 14 % y en la sesión de ayer el retroceso se atenuó, con recortes por debajo del 2 %. Banco Sabadell adelanta que la división de eólica terrestre sigue sin aportar rentabilidad, mientras que el negocio off shore tiene unos plazos muy largos hasta que permite contabilizar ingresos.
Desde Goldman Sachs estarán atentos a la presentación de los resultados definitivos del tercer trimestre, anunciada para el próximo 30 de julio. En el segundo cuarto del año, SG registró unas pérdidas de 66 millones, tras arrancar el ejercicio con unos beneficios de 11 millones. A Goldman Sachs le preocupa que SG pueda trasladar sus problemas de rentabilidad a 2022. Y que esta situación impacte en la cuenta de resultados de Siemens Energy, accionista al 67 % de SG.
La entidad confía en el buen posicionamiento de SG en eólica marina y en la reactivación del mercado de turbinas terrestres. Recomienda la compra de títulos en el entorno de los 20 euros por acción. Desde Citi valoran el precio objetivo del grupo renovable en 35 euros por título. No califica al valor como de riesgo alto.
Y advierte de la alta exposición de su accionista, Siemens Energy, al sector de combustibles fósiles, por la tendencia mundial a la descarbonización. UBS cree que las expectativas de SG para división de eólica terrestre se retrasarán hasta 2023 y destaca que el grupo puede trasladar parte del aumento de sus costes a los clientes.
Los logros del plan de ajuste emprendido por Nauen y su equipo, que ha supuesto el cierre de fábricas en España, no son suficientes por los problemas antes citados, según UBS. La entidad también destaca que SG ha subido los niveles de cobertura de riesgo para los proyectos de eólica terrestre, como ya había hecho con los de off shore.