Virgin Galactic y sus sacudidas en Bolsa tras el vuelo espacial de Branson
La acción pasa de subir un 10% a caer un 17%. La euforia por el viaje espacial del multimillonario británico se diluye tras anunciar la empresa una ampliación de capital
El multimillonario británico Richard Branson hizo realidad este domingo su sueño de llegar al espacio a bordo de un avión de su propia compañía, Virgin Galactic, tras despegar desde el desierto de Nuevo México y superar unas 55 millas (88 kilómetros) de altura. El éxito del viaje, el primero de estas características en una carrera en la que participan también Elon Musk y Jeff Bezos, disparó la cotización de Virgin Galactic en el mercado no oficial: las acciones llegaron a ganar un 22% antes de la apertura. Pero la alegría duró poco, ya que el anuncio de venta de hasta 500 millones de dólares en nuevas acciones tumbó el valor. Finalmente, los títulos de Virgin Galactic cayeron un 17,4% en la sesión del lunes.
El multimillonario, de 70 años, y cinco empleados completaron un vuelo de prueba al espacio largamente esperado, alcanzando una altitud de más unas 55 millas (88 kilómetros) durante un trayecto de una hora. El éxito de la misión refuerza el plan de la compañía de ofrecer viajes turísticos al espacio el próximo año.
“Bienvenidos al comienzo de una nueva era espacial”, dijo Branson en el complejo Spaceport America, cerca de la ciudad de Truth or Consequences, Nuevo México.
Virgin Galactic planea comenzar a trabajar en los viajes para alrededor de 600 clientes confirmados a principios de 2022. La compañía ha señalado que reanudará la venta de billetes al espacio después de los vuelos de prueba del verano. Fuentes citadas por Bloomberg apuntan a que las tarifas serán más elevadas de lo inicialmente previsto, después de algunos retrasos. El precio anterior rondaba los 250.000 dólares por asiento.
Las acciones de la compañía han duplicado su valor este año, lo que otorga a Virgin Galactic una capitalización de algo menos de 10.000 millones de dólares.
“He soñado con este momento desde que era un niño, pero nada me había preparado para tener una vista de la Tierra desde el espacio”, reconoció el empresario ante periodistas y miembros de Virgin Galactic, la firma que fundó en 2004 para realizar vuelos comerciales al espacio.
Concluía así una jornada que empezó con un retraso de 90 minutos a causa del mal tiempo, y en el que el avión se separó de la nave propulsora VMS Eve, llamada así en honor a la madre de Branson, tras alcanzar una altitud de 10.000 pies (poco más de 3 kilómetros).
Millonarios preparados
Branson ha sido el primero de los que forman parte de “la carrera espacial de los millonarios”, como los medios estadounidenses han llamado a las iniciativas espaciales que encabezan Jeff Bezos, hasta hace unos días primer ejecutivo del gigante Amazon, y Elon Musk, fundador de la firma de automóviles eléctricos Tesla. Precisamente Bezos fue uno de los primeros en quitar méritos al vuelo de Branson al asegurar que las 55 millas (88 kilómetros) de altitud que logró Branson no supone exactamente llegar al espacio, ya que se considera una línea imaginaria situada a 62 millas (99,7 km) de la Tierra, por encima de la cual está el espacio exterior y por debajo la atmósfera terrestre.
“Dominar el espacio cambiará el mundo para bien”, dijo en 2019 Branson. En Spaceport America, una estructura futurista levantada en medio del desierto y base de operaciones de Virgin Galactic, se vivió el domingo un ambiente de júbilo tras años de trabajar en la meta de realizar vuelos espaciales comerciales.
En este aeropuerto, ubicado en la localidad de Truth or Consequences (Nuevo México), se habían completado recientemente tres vuelos de prueba al espacio, algunos con personas a bordo, si bien el de este fin de semana era el primero “completamente tripulado” y con su fundador y principal socio a bordo.
Branson tuvo como tarea evaluar la experiencia de los futuros clientes de los vuelos espaciales que haga Virgin Galatic, compañía que tiene previsto aún por lo menos otros tres vuelos de prueba como el de este domingo.
Viajaron con él Beth Moses, instructora jefa de astronautas; Colin Bennet, ingeniero de operaciones, y Sirisha Bandla, vicepresidenta de asuntos gubernamentales e investigación. Los pilotos del VSS Unity son Dave Mackay y Michael Masucci.
El negocio del turismo espacial
Carrera. El viaje suborbital de Richard Branson da el pistoletazo de salida a un mes histórico para el futuro del turismo espacial, con Branson demostrando las capacidades de Virgin Galactic nueve días antes de que el fundador de Amazon, Jeff Bezos, planee volar en un cohete fabricado por Blue Origin, su empresa espacial. Ambas compañías imaginan negocios para atraer a turistas adinerados dispuestos a pagar mucho dinero por un corto periodo de ingravidez y una vista inolvidable de la Tierra y los cielos.
Negocio. El vuelo de prueba de Virgin Galactic demostró que los viajes de turismo espacial, que alguna vez fueron objeto de películas de ciencia ficción, están a punto de convertirse en realidad. Aunque en su mayoría son accesibles solo para una pequeña cantidad de clientes superricos, puede abrir una nueva dimensión de negocio para las empresas espaciales del sector privado.
Experiencia. “Miré por la ventana y la vista es simplemente impresionante”, dijo después del vuelo el ingeniero de operaciones Colin Bennett. “Se está muy tranquilo allá arriba “. Branson, quien fundó Virgin Galactic en 2004, dijo que los recuerdos de ver la Tierra desde el espacio se quedarán con él. “Nunca podré hacerle justicia”, dijo. “Es indescriptiblemente hermoso”. Rick Homans, que fue director de las instalaciones de Spaceport America, dijo a Efe antes del despegue que “esto es solo el principio”.