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Cataluña

Sánchez y Aragonès cierran para mediados de septiembre el inicio de la mesa de negociación

Se reunirán en Barcelona el día 13, después de la Diada Las dos partes califican el encuentro como cordial

Los presidentes de España y Cataluña, Pedro Sánchez y Pere Aragonès, hoy en La Moncloa.
Los presidentes de España y Cataluña, Pedro Sánchez y Pere Aragonès, hoy en La Moncloa.GTRES

Nueva etapa de diálogo entre el Gobierno de España y la Generalitat tras los comicios regionales del pasado febrero y los indultos aprobados a los nueve presos del procés la pasada semana. El presidente del Ejecutivo central, Pedro Sánchez, y el presidente catalán, Pere Aragonès, acordaron este martes, en plena polémica por la demanda del Tribunal de Cuentas a la cúpula soberanista, poner en marcha la Mesa de Diálogo en la tercera semana de septiembre, justo después de la Diada.

Para ello, los equipos de ambas partes trabajarán durante las próximas semanas, según explicó Aragonès tras el encuentro, con el objetivo de establecer la metodología de trabajo y la agenda que abordará este encuentro. Habrá, por ello, dos vertientes de trabajo. A un lado, la citada mesa de negociación bilateral que se celebrará en Barcelona y, al otro, la Comisión bilateral Estado-Generalitat que se reunirá por primera vez desde las elecciones regionales.

Aragonés, que compareció algo antes que la portavoz del Gobierno central y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, realizó este anuncio después de un encuentro de más de dos horas y media con Sánchez. El president constató que pese a estos primeros avances sigue existiendo un “conflicto político” que se tiene que resolver en esa mesa mediante el diálogo y un acuerdo que deberán votar los ciudadanos catalanes, según sus pretensiones. “Llevaremos esas propuestas: amnistía y autodeterminación”, dijo a modo de resumen. Con todo, dio su bienvenida a la nueva etapa de diálogo abierta entre “Cataluña y el Estado español”.

En estos últimos términos quiso también manifestarse poco después la portavoz del Gobierno central. “Ha sido la cordialidad y el entendimiento lo que ha primado dentro del encuentro, con respeto a las posiciones que cada uno mantenemos”, dijo Montero. El objetivo del Ejecutivo, aseguró, “es pasar esa página vinculada al dolor y la frustración y abrir una etapa que suponga un tiempo nuevo para los catalanes con el resto de españoles. Queremos resolver un conflicto que hace tiempo que está enquistado y que es necesario superar en pos de la recuperación”. Más todavía, insistió, tras la crisis sanitaria y económica provocada por el Covid-19.

El Gobierno central, según sugirió Montero, quiere dejar algo de tiempo para que las aguas más revueltas se apacigüen. Aragonès, aseguró, “ha podido transmitir cualquier cuestión que tenga que ver con sus intereses, como la amnistía o el referéndum. Pero el señor Sánchez no ha profundizado en esas cuestiones. Hay que dejar tiempo a que las posiciones nos permitan un acercamiento y se pueda pasar página”. Por el contrario, prosiguió Montero, sí hubo tiempo para hablar de las inversiones en Cataluña, sobre todo a cuenta de los fondos europeos que comenzarán a llegar a España previsiblemente en agosto, y de la mesa de diálogo. Sánchez también insistió a Aragonès sobre la importancia de la convocatoria de la conferencia de presidentes autonómicos.

Lo que parece estar claro después del encuentro es que al menos de momento las dos partes se emplazan mutuamente a que las conversaciones no caigan en saco roto al poco de haber empezado. “El tiempo de vida de la mesa de negociación se determinará por los avances de la mesa. Hemos marcado este hito de dos años en los que se hará una revisión de los trabajos y a partir de ahí evaluar el desempeño y decidir si se da por concluida o si puede seguir avanzando”, señaló Aragonès. Aunque el Gobierno catalán no renuncia al referéndum de autodeterminación y a la amnistía y el Ejecutivo central pone como límites la Constitución y la legalidad, “sea con este instrumento [la mesa] u otro, nosotros nunca nos vamos a levantar de ningún ámbito donde haya diálogo y negociación”, reiteró Aragonès.

Cinco millones

El Tribunal de Cuentas reclama un total de 5.422.879 euros a los líderes del procés, más de una veintena de exaltos cargos de Cataluña, por los gastos derivados de la promoción exterior del referéndum del 1 de octubre de 2017 con dinero público. Así consta en la liquidación provisional complementaria realizada por el Tribunal de Cuentas, que este martes ha citado a las defensas de los expresidentes catalanes Artur Mas y Carles Puigdemont, así como al exvicepresidente Oriol Junqueras, entre otros, para comunicarles los expedientes. En este documento, al que ha tenido acceso Efe, se especifica el alcance de la “responsabilidad subjetiva” atribuida a cada uno de los 42 cargos citados en la sede del Tribunal para notificarles el expediente.

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