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Opciones para ahorrar desde las pymes

La alternativa más usada, los planes de promoción conjunta Solo el 35% de las pequeñas empresas conoce su existencia

GettyImages

El Ejecutivo está dispuesto a potenciar los planes de pensiones de empleo (PPE), es decir, aquellos promovidos desde las empresas o instituciones. Quiere hacerlo para favorecer especialmente el ahorro previsión en el seno de las empresas más pequeñas y los autónomos.

Mientras que se articula el fondo público de pensiones que dará cobertura a este tipo de planes, veamos qué instrumentos tienen las pymes ya a su alcance para propiciar el ahorro para la jubilación de sus empleados.

La fórmula más utilizada son los planes de promoción conjunta, en los que al menos dos empresas se integran en un mismo fondo de pensiones, pero “cada una es completamente independiente para decidir sus aportaciones y si contribuye el empleado o no, a través de los acuerdos a los que llegue su comisión de control”, apunta Eva Valero, directora del Observatorio de Pensiones de Caser.

En VidaCaixa recuerdan que los promotores no puedan ser partícipes

No obstante, esta fórmula no es muy utilizada, a tenor de los últimos datos de 2019 que indican que “solo cuenta con un plan de empleo el 1% de las empresas”, según José Luis Manrique, director de estudios de Inverco. De hecho, ni siquiera son muy conocidos, ya que el estudio Planes de pensiones de empleo para pymes y microempresas, elaborado por Caser, concluye que solo el 35% de las empresas con menos de 50 trabajadores ha oído hablar de los PPE.

VidaCaixa, por ejemplo, ofrece planes de empleo específicos para las pymes y otros de promoción conjunta de diferente perfil de riesgo. También cuenta con productos para corporaciones locales y trabajadores de sectores específicos como el comercio de flores y plantas, la jardinería o del juego del bingo. En todos ellos se aplica una gestión basada en la inversión socialmente responsable.

En opinión de José Antonio Iglesias, subdirector general de negocio de VidaCaixa, una de las razones que explican su escaso desarrollo es que los procesos de creación y adhesión requeridos legalmente son complejos y poco ágiles y suponen alta carga administrativa para las empresas. “A esto hay que sumar que los propios empresarios y socios que deben promover estos planes no pueden ser partícipes ni beneficiarse de sus ventajas”, añade.

También se puede crear un anexo a un producto ya existente, propone Caser

Desde BBVA consideran que “el hecho de potenciar los planes de pensiones de empleo con esta última reforma, así como la previsible evolución de la pirámide de población, han provocado un mayor interés por parte de empresas y empleados en este tipo de instrumentos de previsión. Potenciar el ahorro para la jubilación siempre es una buena iniciativa, con independencia del vehículo que se utilice para hacerlo”, creen. La entidad lleva desde 2003 ofreciendo planes de promoción conjunta de diferente nivel de riesgo para pymes y para organismos del sector público en general y de diferentes ámbitos autonómicos.

En Ibercaja gestionan este tipo de planes desde hace más de 30 años. Cuentan con dos de promoción conjunta, “uno de renta fija y otro de renta fija mixta, de perfil conservador y moderado para que puedan encajar perfectamente con la heterogeneidad de cualquier tipo de plantilla de una empresa (tanto mayores como más jóvenes, con perfiles conservadores o mixtos)”, resume Carolina Mateo, jefa de desarrollo de negocio de Ibercaja Pensión. En estos dos planes de promoción conjunta agrupan a casi 200 empresas de tipología muy diversa que, en suma, cuentan con un patrimonio de unos ocho millones.

En opinión de la directora del Observatorio de Pensiones de Caser, para empresas de un tamaño reducido, “es aún más ágil crear un anexo a un plan de pensiones de empleo ya existente en el que también pueden fijar sus propios criterios de contribución”.

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