Los acreedores dan la enésima bula a Abengoa para intentar su rescate hasta el 30 de junio
La filial con los activos valiosos sigue pendiente de la propuesta de rescate del fondo Terramar, que requiere la participación de la SEPI con 249 millones
Los acreedores de uno los tramos de la deuda de Abengoa acordados en el rescate de 2017, por unos 170 millones en el balance de la filial con los activos valiosos, Abenewco 1, han ampliado por enésima vez el waiver (la bula que le permite no abonar el pasivo) hasta el próximo 30 de junio para tratar de lograr un rescate. La matriz, en concurso de acreedores desde febrero y que lleva sin cotizar desde el 14 de julio del año pasado, así lo ha comunicado a la CNMV. Terramar ha presentado una oferta vinculante, pero necesita la participación de la SEPI con 249 millones.
Abenewco, la filial operativa del grupo Abengoa, obtuvo el 22 de mayo la prórroga del vencimiento de un contrato de línea de liquidez sindicado y de una emisión de bonos, ambos de marzo de 2017, hasta este viernes 11 de junio. Ahora se amplía hasta finales de mes.
Abengoa lucha con uñas y dientes para evitar su quiebra. Y tiene aliados en la batalla que tratan de aliviar su torturado balance, como Terramar, que el 17 de mayo presentó su oferta vinculante ante la CNMV por la compañía con la aportación de 200 millones de euros entre créditos y capital.
La oferta de los Amodio, por la misma cuantía y con el apoyo de los minoritarios agrupados en AbengoaShares y de las firmas EPI Holding y Ultramar Energy, no llegó a presentarse de manera vinculante. Si bien, fuentes financieras señalan que tanto la sindicatura de accionistas como las empresas de energía buscan un socio alternativo que les permita seguir adelante con su propuesta.
La última palabra será del Gobierno. No habrá ningún tipo de rescate sin la SEPI, que debe aportar 249 millones, el ICO y Cesce, que han de blindar unos 300 millones de euros entre avales y liquidez para posibilitar el rescate. Terramar, con sede en California, se quedaría con el 70% de Abenewco, y el 30% restante pasaría a manos de los acreedores, según la última hoja de ruta del fondo estadounidense.
La propuesta preliminar implicaba la inyección de los Amodio y de Ultramar EPI de un total de 32,5 millones de euros en capital: 25 millones directamente y otros 7,5 millones a través de bonos convertibles en dos años. Estos inversores prestarían además 135 millones.
El papel de los accionistas minoritarios estaba limitado a la inyección de capital, en los mismos términos que los planteados por los otros rescatadores. Así, el grupo de los Amodio, Ultramar EPI se quedaría con un 35% de Abenewco y la sindicatura tendría el mismo porcentaje.