Castilla La Mancha anuncia el fin de las mascarillas en espacios abiertos
García Page pretende que sea una realidad antes de que acabe el mes de junio
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha avanzado que su Gobierno planteará de forma inminente abordar la supresión de la obligatoriedad de llevar mascarilla en espacios abiertos, algo que pretende que cristalice antes de que acabe el mes de junio.
Durante su intervención en el acto institucional del Día de Castilla-La Mancha, García-Page ha dicho que en todo caso se trata de un extremo que quiere afrontar "con coherencia nacional" y previo planteamiento al Gobierno de la nación de la mano del resto de autonomías.
Todo ello para que sea una "decisión madura" a tomar en las próximas semanas y antes de que se cumpla un año de que entrara en vigor el uso obligatorio de este material sanitario.
Esto es posible, ha apuntado, "gracias a un proceso de vacunación enormemente positivo" que le hace ser "optimista". "El pueblo español ha cumplido, con la forma de ser que tenemos, pero ha cumplido como pocos en Europa. Sinceramente, en sus casas y fuera de ellas. Y esto merece dedicarles un reconocimiento", ha señalado.
Ahora, García-Page ha pedido "sacar coraje y no volver al punto de partida", ya que el objetivo es salir "lo mejor que se pueda", ya que "toda crisis puede ser una oportunidad".
Ha pedido fortalecer la "fraternidad" en la sociedad tras esta crisis, punto donde ha lamentado que la política se esté realizando con un nivel de decibelios "altísimo, como en una discoteca".
Así, insiste en "hacer oídos sordos" ante el ruido pero, sin embargo, sin dejar de escuchar". "Separando el grano de la paja, las corrientes de fondo de las superficiales", ha afirmado.
Según ha vaticinado, habrá en el corto plazo un "proceso tremendo de recuperación" tanto en la economía como en "los valores".
Aunque habrá gente que quiera "abonar el pesimismo", acabarán "amargados" porque la realidad pasará por que la "España de siempre" acabará reforzada. "La mejor medicina es la unidad".
Castilla-La Mancha tiene, según ha dicho, "las cosas claras" en cuanto a la necesidad de abordar el corto plazo desde la "estabilidad", algo necesario si se quiere avanzar.
Esta estabilidad trae "certidumbre" aunque parezca "más aburrida" de puertas para afuera, algo que la hace "infinitamente más útil".