Un método japonés para reforestaciones de lujo
La marca de relojería Breitling colabora con la ONG SUGi en la plantación de minibosques urbanos
Ludovic Flandin estaba exhausto de su vida trabajando para una multinacional en París cuando decidió dejarlo todo para crear Sa Qenti, una ecofinca situada en Mallorca que busca proteger la naturaleza y la cultura rural mediterránea a través de proyectos participativos y experimentales. No lo hizo solo, sino con el apoyo de SUGi, una asociación que agrupa proyectos como este alrededor de todo el mundo.
La ONG tiene menos de dos años y ya ha conseguido financiar 80 proyectos en entornos urbanos, plantar 95.000 árboles de especies autóctonas y reforestar 32.250 metros cuadrados de terreno. Su secreto: un método japonés conocido como Miyawaki. Esta técnica consiste en multiplicar la densidad de la reforestación. Así, mientras que en la silvicultura tradicional se deja un gran espacio entre árbol y árbol, aquí se llegan a plantar entre tres y cinco ejemplares por metro cuadrado, utilizando diferentes niveles: suelo, arbustos, árboles y canopeo. “Se genera cierta competitividad entre las plantas, pero también sinergias, porque hay más diversidad y se retiene mejor el agua y la humedad”, comenta Flandin.
En este método solo se plantan especies autóctonas para facilitar la creación del ecosistema, pero todo ello contribuye a que la reforestación sea hasta cuatro veces más rápida que con los métodos tradicionales. Un minibosque urbano de SUGi alcanza en 10 años lo que, de otra forma, necesitaría 40, y captura 16 veces más carbono. Además, al recrear el entorno natural local, el mantenimiento que requieren estas plantaciones es muy bajo: tras dos años, son completamente autosuficientes y solo necesitan del agua de la lluvia, como sucede con los bosques naturales.
Con un método tan innovador que garantiza unos resultados relativamente rápidos, el principal reto de SUGi es conseguir financiación. Es por esto que ha firmado un acuerdo de colaboración con la marca de relojería suiza Breitling, por el que esta última ha financiado el 100% de cuatro de los bosques urbanos que promueve la asociación, a los que se sumarán otros tres más durante el próximo año. La compañía, además, propone donaciones a la asociación cuando los clientes compran a través de su página web.
“SUGi es una oportunidad espléndida para que tantos parajes abandonados, vertederos, aparcamientos y canales se transformen en hábitats ideales, donde arraigue la magia de la naturaleza. Me entusiasma dar la bienvenida a Breitling a nuestro territorio”, comenta la fundadora de la ONG, Elise Van Middelem, quien recuerda que también están abiertos a donaciones individuales, gracias a las cuales se han creado proyectos como el de Sa Qenti, el único en España que emplea el método Miyawaki. De hecho, además del apoyo económico, los proyectos ven la luz gracias a la colaboración de voluntarios: un total de 12 contribuyeron a la plantación de Sa Qenti en enero de 2021. Flandin está convencido de que, gracias a la creciente preocupación medioambiental, iniciativas como esta no dejarán de proliferar: “Es uno de los efectos colaterales de la pandemia”.
Además, Breitling ha involucrado en el proyecto a su Chef Squad, que integran los cocineros Quique Dacosta, Maca de Castro y Mario Sandoval, quienes también reivindican la importancia de proteger los cultivos tradicionales a través de proyectos como los que engloba SUGi, así como la necesidad de ser más sostenibles. “La cuestión es cómo utilizas tu disciplina como una protesta. Eso es algo que nosotros tenemos muy interiorizado y estamos haciendo. La cocina es nuestro canal de protesta por cómo nos hemos portado, y nos continuamos portando, con el medioambiente”, afirma Dacosta.