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El Ibex cae un 1,7% y se despide de los 9.000 puntos por los temores de inflación

El S&P 500 cae un 0,87% al cierre

Corredores de bolsa trabajan en el parqué de Nueva York (EE UU).
Corredores de bolsa trabajan en el parqué de Nueva York (EE UU).EFE

Los tambores de inflación vuelven a resonar en el mercado y los inversores aprovechan la ocasión para recoger beneficios. Después de sesiones en la que las Bolsas han revalidado los máximos y el Ibex 35 se ha acercado a sus pares europeos la corrección se abre paso. El selectivo español puso fin a cuatro jornadas consecutivas al alza y firmó su peor sesión tres semanas al caer un 1,72%, descenso que le llevó a perder la barrera psicológica de los 9.000 puntos.

La composición del índice, que meses atrás ha jugado en su contra retrasando la recuperación, se convirtió esta vez en un aliado. Patricia García, analista de Macroyield, defiende que, en un contexto de repunte de las rentabilidades de la deuda propiciado por el temor al alza de los precios, las cotizadas de crecimiento como las tecnológicas son las más perjudicadas. A diferencia de otros índices como el Nasdaq o el Dax alemán la exposición del Ibex 35 a este tipo de firmas es nula y su mayor dependencia de sectores menos castigados en un entorno de inflación como los bancos explican el mejor desempeño que registró la Bolsa española.

La toma de beneficios fue una corriente generalizada en la renta variable, una tendencia que había comenzado un día antes en Wall Street y que tuvo su continuidad en Asia con la publicación del índice de precios de producción industrial en China que repuntó un 6,8% en abril, su mayor incremento en tres años y medio. Como si de un efecto dominó se tratara Europa no quedó al margen y en la sesión previa a la publicación del IPC en EE UU el rojo se impuso como telón de fondo. La mejora de la confianza de los inversores alemanes -el índice ZEW se sitúa en mayo en los 84,4 puntos su mayor nivel en 21 años- no sirvió para que el Dax escapara a las ventas y concluyó con una caída del 1,82%. El Cac francés retrocedió un 1,86%; el FTSE británico, un 2,47% y el Mib italiano, un 1,64%. El Stoxx 600, que el lunes revalidó sus máximos históricos, perdió un 1,97% en su peor sesión en lo que va año.

En una jornada en la que todos los sectores en Europa concluyeron a la baja, el de turismo y ocio (-5,73%), medios de comunicación (-2,59%) y energía (-2,58%) lideraron los recortes, un comportamiento que tuvo su réplica en la Bolsa española con IAG (-7,2%) y Meliá (-4,15%) como dos de los valores con peor desempeño. Las caídas de la aerolínea se produjeron coincidiendo con la emisión de 800 millones en deuda convertible para reforzar el capital de la compañía. Solo por encima de ellas se situó Fluidra, que cayó un 7,74% tras vender Rhône el 4,9% del capital por 300 millones.

La rebaja del optimismo fue suficiente para poner el freno al rally de la banca, un sector que en las últimas semanas ha sacado partido del repunte de las rentabilidades de la deuda. Sabadell se dejó un 0,18%; BBVA, un 0,39%; CaixaBank, un 1,19%; Santander, 1,69% y Bankinter, un 1,97%. Solo escaparon a los descensos las tres farmacéuticas que integran el selectivo. Almirall se anotó un 3,65%; Pharma Mar, un 1,48% y Grifols, un 1,15%.

Al otro lado del Atlántico los inversores aguardan inquietos a conocer el dato de inflación que según el consenso de Bloomberg podría repuntar al 3,6% en tasa interanual, su dato más alto desde septiembre de 2011, unas expectativas que llevaron al Dow Jones a caer un 1,36%. Además de las presiones inflacionistas que juegan en conta de los valores tecnológicos, estas firmas se ven castigadas por la mayor regulación que prepara la Administración demócrata con el alza de los impuestos y las leyes a favor de la transparencia como principales señas de identidad.

Como viene ocurriendo en los últimos meses la pregunta que muchos se plantean ahora es si las caídas de este marte corresponden a una mera corrección después de rally que acumulan las Bolsas en los últimos meses o a un cambio de tendencia. Natalia Aguirre, directora de estrategia de Renta 4, considera que lo acontecido hoy en las Bolsas obedece a una toma de beneficios. Con muchos índices en máximos históricos, las valoraciones están muy ajustadas y los muchos valores empiezan a dar señales de sobrecompra, algo que se ha dejado sentir a lo largo la temporada de resultados. “Aunque los resultados del primer trimestre han sorprendido su incidencia en el mercado ha sido menor a lo que correspondería, pues parte de la recuperación ya había sido descontada”, explica Aguirre.

Los expertos se muestran unánimes y señalan que el fondo de mercado continúa siendo positivo. “La aceleración del proceso de vacunación propiciará el levantamiento de las restricciones y la mejoría en la actividad económica, los programas de estímulo fiscal y la paciencia que pensamos que no perderán los bancos centrales persistiendo en la idea de que el repunte de la inflación podría ser transitorio seguirán dando apoyo a la renta variable”, explica García. El endurecimiento de la política monetaria, artítfice de los ascensos de las Bolsas en los últimos meses, podría en peligro la incipiente recuperación, algo de lo que son conscientes tanto Jermo Powell como Christine Largarde. Aguirre ve las correcciones como oportunidades de compra.

Las expectativas de inflación presionaron al alza las rentabilidades de la deuda. El rendimiento del bono español repuntó al 0,52%, máximos de junio de 2020 mientras el bono alemán concluyó en el -0,16%, niveles no vistos en 16 meses. La deuda de EE UU con vencimiento en 2031 no rebasó los máximos anuales, pero finalizó en el 1,61%.

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