¿Es posible que Facebook e Instagram quieran cobrarnos si no aceptamos el rastreo en iOS?
Esa es la "amenaza" que subyace de en las dos aplicaciones.
La semana pasada se consumó la amenaza que Apple había lanzado al mercado de las aplicaciones que basan todo su modelo de negocio en la recopilación y venta de datos de los usuarios, ese rastreo que nos mira todo lo que hacemos en el teléfono para vendérselo más tarde en forma de publicidad a millones de empresas en todo el mundo. Unas prácticas que, hasta ahora, han sido bastante indiscriminadas y a las que los de Tim Cook quieren poner coto. O mejor dicho, que sea el usuario el que elija qué hacer con su coto.
Como resultado, todas las aplicaciones tienen que pedirnos permiso para permitir ese rastreo constante y nosotros tenemos que concederlo expresamente, si no, se arriesgan a un baneo permanente de todo lo que significa el ecosistema Apple, lo que supondría quedarse fuera de cientos de millones de dispositivos en todo el planeta.
¿Redes sociales de pago?
Así que cuando una medida tan radical como esta ATT de Apple toca tan cerca del core de negocio de empresas como Facebook, es normal que estas recurran a resortes que conocen a la perfección y que funcionan persuadiendo a los usuarios. Y uno de ellos tiene que ver con dejar caer la posibilidad de que si en un futuro no tienen acceso a nuestros datos, lo mismo la viabilidad económica de la plataforma necesita cobrarnos.
Así es posible leerlo en los avisos que les están apareciendo a los usuarios en los últimos días, tanto en Facebook como en Instagram, donde como segundo punto de los inconvenientes que tendría que activemos el bloqueo de ese rastreo se encontraría la necesidad de la red social de cobrarnos por el servicio. Algo que debería ser justo al revés. Es decir, puesto que tu modelo de negocio pasa por vender mis datos, si los quieres... ¿no sería más lógico que nos pagaran por ellos?
Aunque lo anterior es llevar el problema al extremo, lo que Facebook nos quiere hacer saber es que gracias a ese rastreo masivo de los dispositivos, mantenernos en contacto con familiares y amigos tiene un coste de mantenimiento que se viene abajo si la mayoría de usuarios decide cerrar el grifo de su información. Lo que, en un hipotético caso de tratarse de una decisión mayoritaria, podría empujarles a tomar un camino muy poco popular.
De todas formas, este anuncio podría salirle terriblemente mal a Facebook si los usuarios lo perciben como una amenaza para aceptar ese rastreo de seguimiento. Un fantasma que no es muy aconsejable agitar cuando venimos de escándalos como los de Cambridge Analytica, que si han servido para algo es para hacer comprender a los ciudadanos el peligro del mercadeo de datos personales en este tipos de apps.