Las islas recuperarán este verano el 73,4% de los vuelos que tuvo en 2019, dicen las aerolíneas
La incertidumbre sobre el final de la pandemia de Covid-19 modera el optimismo del sector turístico sobre la salida de la crisis
Canarias necesita recuperar la conectividad aérea para disponer de una temporada turística estival digna de tal nombre. Las islas se encuentran ante un escenario de incertidumbre generalizada, en la que todo cálculo previo puede caer de un día para otro víctima de la situación sanitaria o del recelo entre gobiernos acosados por el desgaste de la pandemia de covid-19 o de la velocidad en la toma de decisiones respecto a la movilidad aérea. Aun así, las reservas de vuelos con destino a las islas se sitúan en la banda alta de un mercado, el turístico, que se acerca a un periodo estival de competencia feroz, el territorio salvaje de la pospandemia. El archipiélago se mide a destinos de verano que, como los del Mediterráneo, se juegan en los próximos meses el resultado de todo el año.
De acuerdo a las previsiones expuestas a este diario por la Asociación de Líneas Aéreas de España (ALA), las compañías tienen previsto operar este verano en Canarias el 73,4% de los vuelos en comparación al mismo período estival de 2019. Por tanto, hablamos de unas previsiones muy por encima de la media del resto del territorio español, en el que está previsto operar el 58% de los vuelos en relación al verano de 2019.
Según la misma fuente, están programados 160.750 vuelos para el próximo verano en Canarias. La cifra apunta a que las aerolíneas van recuperando la actividad perdida en el Archipiélago, que también crece de forma acusada (más de un 100%) respecto al verano de 2020, si bien, apunta el presidente de ALA, Javier Gándara, “hay que tener cautela sobre los vuelos programados, porque podrían variar en función de factores exógenos, como el ritmo de vacunación y la evolución de la pandemia”.
En este aspecto, la patronal de las aerolíneas alude a la necesidad de acelerar pasos a favor de una conectividad aérea segura, introduciendo la posibilidad de permitir el desplazamiento sin test negativo a los pasajeros que sin embargo hayan acreditado la vacunación contra la covid-19, y hacerlo antes incluso de la entrada en vigor del “certificado verde” que la Unión Europea se propone aprobar en junio, y que, impulsado por la Comisión y el Consejo, se encuentra actualmente en trámite en una comisión del Parlamento Europeo bajo la coordinación del eurodiputado canario Juan Fernando López Aguilar.
Las previsiones de vuelos con destino a las Islas conllevan, no obstante, dos elementos que refuerzan esa sensación de incertidumbre sobre un futuro cercano de convivencia entre la recuperación del turismo y el ansiado final de la pandemia en el continente europeo. Uno tiene que ver con el hecho palmario de que la citada cifra, el 73,4%, atiende a una previsión basada en las operaciones programadas, es decir, al número de slots reservados por las aerolíneas para el periodo estival, no a vuelos garantizados, dado que la pandemia ha abierto un nuevo escenario en el que las cancelaciones por razones sanitarias han comenzado a formar parte del decorado.
El ejemplo al respecto es cercano y lo tenemos en la última temporada de invierno, en la que la caída de los vuelos efectivamente realizados respecto a las previsiones ascendió al 40% por las cancelaciones que provocaron la segunda y tercera ola de la Covid, en detrimento la temporada alta. El otro factor tiene que ver con los porcentajes de ocupación de los vuelos en sí, que también ha bajado de un modo sensible durante la pandemia de coronavirus: del 87% al 57%, de modo que será posible encontrarnos con una recuperación progresiva del tráfico aéreo pero, eso sí, con menos pasaje en cada uno de los aparatos.
Para el presidente de la patronal turística tinerfeña Ashotel, también de la Confederación Española de Hoteles y Apartamentos Turísticos (CEHAT), Jorge Marichal, es fundamental llegar bien al verano, pero también llegar a tiempo. “Grecia, Turquía y Croacia nos han tomado la delantera”, afirma el hotelero tinerfeño, “porque por un lado sus gobiernos están anticipando decisiones respecto a los pasajeros vacunados, y por otro han optado por priorizar en sus países la vacunación de los trabajadores con mayor exposición física al contagio, como es el caso de los empleados del turismo. Y este es un elemento de reputación importante, porque para el viajero es importante saber que el personal del hotel en el que vas alojarte toda la plantilla está protegida”. La patronal hotelera ha mostrado su preocupación por el ritmo de vacunación en España y su incidencia en los resultados de la campaña turística de este verano.
Panorama desolador
Pésimas cifras de abril. En total, en abril llegaron a Canarias (desde fuera de las Islas) 2.262 vuelos, lo que contrasta con los casi 16.000 del mismo mes de 2019. De ellos, 589 procedían del aeropuerto de Madrid-Barajas (el 26% de las operaciones) y 200 desde Barcelona-El Prat (9%). Alemania lidera holgadamente los tránsitos desde fuera de España, con 435 vuelos. Llama la atención la irrisoria cantidad de operaciones procedentes del Reino Unido: 66.
Caídas acumuladas. En el acumulado de pasajeros en los tres primeros meses del año, según cifras oficiales de AENA, la caída del pasaje con destino a los aeropuertos canarios respecto a 2019 es catastrófica, con pérdidas de un 80,8% en Gran Canaria; 61,2% en Tenerife Norte; 90,8% en Tenerife Sur; 80,7% en Fuerteventura; 87,5% en Lanzarote; 63,8% en La Palma; 34,2% en El Hierro, y 17,5% en La Gomera. Solo resiste, por tanto, el tráfico interinsular.
La rebaja de tasas, petición del sector. En este contexto de escasa demanda en el tráfico aéreo, hoteleros y aerolíneas coinciden en solicitar de AENA una rebaja en las tarifas de aterrizaje como elemento incentivador del tráfico turístico en el próximo verano. “Los hoteles estamos haciendo un esfuerzo para contener los precios y ser competitivos, es lógico que AENA también lo haga”, sentencia el presidente de la CEHAT, Jorge Marichal.