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Luis García “El Olympique de Lyon es mejor que cualquier activo de infraestructuras”

El gestor de fondos de Mapfre invierte en varios clubes de fútbol

Luis García, gestor de fondos en Mapfre Asset Managment.
Luis García, gestor de fondos en Mapfre Asset Managment.
Miguel Moreno Mendieta

Luis García Álvarez (Madrid, 1984) iba para periodista pero acabó cursando economía en la Universidad Francisco de Vitoria, especializándose en economía del comportamiento y adentrándose en los mercados financieros. Desde hace casi tres años es el gestor del fondo Mapfre AM Behavioral, que busca aprovechar las trampas que el estado de ánimo tiende a los inversores para así crear una cartera más sólida y rentable. El vehículo ha rentado desde su origen más de un 30%, batiendo a su índice de referencia, el Stoxx 600. Alrededor del 25% de los 60 millones de activos del fondo están en empresas relacionadas con el deporte, entre ellas varios clubes de fútbol. Pocos gestores de fondos españoles conocen tan en profundidad esta industria.

R. ¿Por qué su interés en invertir en el mundo del deporte?
R. Hay muchos sesgos cognitivos que afectan al inversor. El mundo del deporte es un ejemplo muy claro. Los inversores tienen el sector muy olvidado porque llegan noticias muy negativas. Pesan mucho las noticias de derrotas, de grandes fichajes, de fracasos financieros, o ver los estadios vacíos por el coronavirus. Esto hace que se pierda la perspectiva sobre la industria. La solvencia de los equipos y la situación económica ha mejorado muchísimo durante la última década, pero los analistas no miran mucho los números.
R. Un buen ejemplo es lo sucedido esta semana con la Superliga.
R. Efectivamente. A mí no me corresponde decidir qué formato es el adecuado para una competición europea. Lo que sí que demuestra este proyecto fallido es el gran interés inversor que hay por el fútbol europeo. Sobre todo en Estados Unidos. Allí ven la historia de éxito que ha habido con las ligas profesionales, la NBA, el fútbol americano..., y ven que hay mucho margen de recorrido, con una gestión profesional y más moderna.
R. El proyecto ponía mucho dinero encima de la mesa...
R. Sí. Un vencedor de la Champions gana unos 140 millones de euros, mientras que en la Superliga podrían llegar a 400 millones. También hay más dinero solo por participar. Además, eran unos ingresos más estables, al tratarse de un club cerrado. Y con topes salariales, para no pagar a los futbolistas más del 55% de los ingresos de los equipos, lo que concedía a los clubes mayores márgenes.
R. ¿Por qué ha fracasado tan estrepitosamente la propuesta?
R. En este tipo de proyectos es importante que se cree una competición que sea sostenible financieramente, pero también hacerlo de la mano de los aficionados y los consumidores. Algo que aquí no ha ocurrido. Las acciones de clubes como la Juventus o el Manchester United, que participaban en el proyecto, se dispararon a principios de semana y luego cayeron con fuerza cuando la iniciativa se malogró.
R. ¿En qué clubes invierte su fondo?
R. En el Borussia Dortmund, donde tenemos un 5,5% del fondo. También en el Ajax de Ámsterdam, con un 2,5%, y en el Olympique Lyonnais, con un 2%. En el Borussia empezamos la posición justo al principio de la pandemia. Nos parece muy atractivo invertir en estos clubes medianos, muy bien gestionados y con balances saneados.
R. ¿En qué se fija al invertir en un club?
R. En realidad, los criterios de análisis son los mismos que en cualquier otro sector. Buscamos buenos negocios, que puedan seguir creciendo y aportando valor al accionista. Es importante que tengan balances sólidos y estables, con poca deuda. Además, valoro mucho que haya equipos gestores con plena integridad ética y buena trayectoria. También es importante que haya una diversidad de ingresos, que no solo dependan de la televisión, sino que haya una buena venta de entradas, ingresos por patrocinios, buena gestión de traspasos….
R. ¿Algún ejemplo?
R. El Olympique, aunque el mercado aún no lo aprecie. Hace tres años se gastó 450 millones de euros en un nuevo estadio y una nueva ciudad deportiva. 450 millones de euros. Ahora, su valor, si descontamos deuda, es de 450 millones de euros. Es como si el mercado asumiera que nunca va a haber espectadores ni eventos en el estadio. Antes de la pandemia generaba 50 millones de euros al año con venta de entradas y eventos. Es una rentabilidad bruta del ­11%-12%. Mejor que cualquier activo de infraestructuras. Y esa es solo una fuente de ingresos: derechos de televisión, premios por ganar competiciones, marketing.
R. ¿Los traspasos son importantes?
R. No es lo fundamental, pero nos gusta invertir en clubes que consiguen un beneficio neto con los traspasos. El Olympique obtiene unos 20 millones de euros netos al año con la compra y venta de jugadores. Ajax y Borussia son también dos buenos ejemplos de equipos que fichan y forman bien, para luego vender a los grandes.
R. ¿Qué otras compañías del sector de los deportes tiene el fondo?
R. Tenemos como primera posición a la compañía sueca MIPS, que dispone de una tecnología única en cascos, que protege especialmente cuando hay impactos multidireccionales. Creemos que tienen un gran potencial. Cuentan con una estructura muy ligera y a menudo subcontratan o licencian la producción. También invertimos en Technology, una compañía italiana que diseña maquinaria para gimnasios. Una de sus grandes fortalezas es que provee todos los sistemas informáticos que recaban la información de las máquinas, lo que hace más difícil a los gimnasios cambiar de proveedor.
R. ¿Tiene sentido que un pequeño inversor apueste por esta temática por su cuenta?
R. El deporte es el gran olvidado del mundo de la inversión. La recomendación para un minorista es la misma que para cualquier otro sector: hay que intentar conocerlo e invertir con cabeza. Si no tiene tiempo, mejor buscar a gestores profesionales y delegar la inversión.
R. ¿En Estados Unidos hay más?
R. Realmente no hay muchas franquicias cotizadas. Suelen pertenecer a inversores particulares o a grupos empresariales. El grupo Madison Square Garden Sports, que cotiza en la Bolsa de Nueva York, es dueño del equipo de baloncesto New York Knicks y de otro de hockey sobre hielo. Nuestra gestora aliada en Estados Unidos, Boyar, invierte en el grupo.

Sobre la firma

Miguel Moreno Mendieta
(Madrid, 1979) es licenciado en Derecho y Economía por la Universidad Carlos III. También cursó el Máster de Periodismo de El País. Se incorporó al periódico Cinco Días en 2006, tras pasar por la web de El País y Mi cartera de Inversión. Escribe sobre el sector financiero, con un foco especial en fondos de inversión y los seguros.

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