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Ingeniería

Los Amodio se alían con los minoritarios de Abengoa para tratar de rescatar a la empresa

Proponen inyectar 200 millones, siempre que cuenten con el apoyo de la SEPI

Una de las torres de la plataforma solar Solúcar, de Abengoa.
Una de las torres de la plataforma solar Solúcar, de Abengoa. EFE

Los accionistas minoritarios de Abengoa lanzan un salvavidas a la empresa en un momento crítico. Agrupados bajo la plataforma AbengoaShares, se han asociado con la familia mexicana Amodio, primer accionista de OHL, y la energética hongkonesa EPI para presentar una oferta por Abenewco1, la filial de Abengoa a la que se han transferido la mayor parte de los activos en el marco del plan de rescate aprobado por la banca en verano. Según el comunicado remitido por la sindicatura de accionistas, ofrecen 135 millones en financiación y otros 65  en capital.

La oferta se estructura a través de una ampliación de capital de 50 millones, por el 70% del capital de Abenewco1, y la emisión de un bono convertible por otros 15 millones. En ambos casos, serán suscritos al 50% por los accionistas de Abengoa y los nuevos socios. Este bono se convertiría en capital a los dos años con ventanas de amortización semestrales.

Así, los actuales accionistas de Abengoa pasarán a controlar un 35% de Abenewco, en lugar del 2,7% que se plantea actualmente. A cambio inyectarían 25 millones en la ampliación de capital y 7,5 millones a través del bono. En suma, Grupo Caabsa, la constructora de Los Amodio, y EPI Holding/Ultramar Energy aportarían 135 millones en financiación y 50 millones en avales.

Este acuerdo está condicionado a que la SEPI dé el visto bueno al rescate de la compañía. La firma ha solicitado 249 millones al fondo de rescate que ha puesto en marcha el Gobierno por 10.000 millones.

Tanto la sindicatura de accionistas de Abengoa como los Amodio y EPI afirman que se comprometen a mantener la compañía unida, sin vender ninguna unidad productiva. También dicen haber pactado mantener la sede en Sevilla y todos los puestos de trabajo.

La oferta llega en un momento crítico para el grupo de ingeniería y sus más de 10.000 trabajadores. El último intento de la compañía y sus acreedores por salvar el grupo apunta a naufragar. Pasaba por un inversor externo, el fondo californiano TerraMar, mediante una inyección de 200 millones de euros –150 millones en forma de créditos y 50 como capital– en una operación que necesitaba tanto de la participación de la SEPI como de que los actuales acreedores inyectasen más dinero. Las suspicacias por este inversor externo y sobre el papel del ICO y la SEPI, después de la polémica por el rescate de la aerolínea Plus Ultra, habían complicado este plan y abocado a la compañía a la liquidación, tal y como publicó ayer este periódico.

Los acreedores de Abengoa habían pactado este verano inyectar 500 millones Estaban condicionados a transferir todos los activos de Abengoa a una sociedad, esta Abenewco1, y a contar con el blindaje del ICO y Cesce, pero también con que la Junta de Andalucía aportase 20 millones. La administración autonómica se negó, alegando que no contaba con instrumentos para ello. Los accionistas minoritarios también se plantaron. No aceptaban quedarse con tan solo el 2,7% de la filial operativa. Y provocaron la destitución del consejo de la compañía en otoño. Trataron de hacer lo mismo a principios de marzo, pero el juez encargado del concurso vetó la celebración de la junta extraordinaria.

Abengoa SA solicitó en febrero el segundo mayor concurso de acreedores de la historia de España, que sería el segundo mayor de la historia en España si se extiende a las filiales. La empresa y los acreedores han tratado en este tiempo de explorar vías que eviten la quiebra. Si finalmente no hay rescate, el actual concurso de la matriz se expandirá al resto de las filiales, incluida Abenewco. Aquí habría, esencialmente, dos opciones: que se logre un convenio para blindar la actividad esencial del grupo de ingeniería, o la liquidación a través del troceo de los activos productivos para su venta y pagar a los acreedores, tanto financieros, con garantías, como comerciales. EY capitanea el concurso de la matriz.

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