Las firmas de ITV alemanas se lanzan a por Itevelesa en una compra de 400 millones
Las certificadoras SÜD, Nord y Rheinland se interesan por la empresa española
Las empresas de ITV alemanas (TÜV) entran en la puja por Itevelesa, en venta desde inicios de año. Un proceso para el que el fondo de capital riesgo Hayfin, su propietario, ha contratado los servicios de Alantra. En la operación, valorada entre 300 y 400 millones de euros, se han interesado varias de las empresas germanas del sector, como TÜV Nord, Rheinland y SÜD, según fuentes financieras, que indican que fondos de capital riesgo también han solicitado información para presentar ofertas.
Después de que el líder español en la inspección técnica de vehículos haya pasado por las manos de cuatro inversores financieros, los industriales germanos ponen en la diana a Itevelesa. Tres de los interesados ya tienen negocio en España.
TÜV SÜD opera 34 estaciones de ITV en seis comunidades autónomas y en su hoja de ruta está la expansión por el territorio nacional,según explican fuentes del sector. TÜV Rheinland cuenta con unas 25 estaciones fijas de ITV en las comunidades de Madrid, País Vasco, Navarra, Murcia y Castilla-La Mancha. TÜV Nord opera en el país a través de su filial Cualicontrol y, aunque no ofrece inspección de vehículos, es una firma certificadora consolidada.
Las tres empresas exhiben un historial de compras en España y cuentan con músculo financiero para ejecutar la adquisición. En todo caso, la operación no está ni mucho menos cerrada y es susceptible de que aparezcan más interesados, incluidos fondos de capital riesgo. Un portavoz de Alantra declinó hacer comentarios sobre esta información.
Hayfin, después de amagar durante varios años con la desinversión, se ha decidido por fin a colgar el cartel de “se vende” a la compañía española, que controla desde 2015. Ese año entró casi de casualidad en el capital, tras una conversión de deuda.
El dueño original, el brazo de private equity de Macquarie, había anunciardo que no podía hacer frente a los intereses del pasivo, que entonces ascendía a unos 350 millones de euros. Explicó que su decisión se producía por un cambio en las tarifas de las ITV en Castilla y León, la región en la que tiene más presencia, con 33 de sus 70 estaciones fijas. Entonces, los bancos presentes en el pasivo también sometieron a metamorfosis su deuda para convertirla en capital. El fondo Hayfin era uno de los mayores acreedores, y así se hizo con el control del grupo.
El balance de Itevelesa a cierre de 2019, el último ejercicio disponible en Insight View, está saneado. Los esfuerzos por poner orden en él han sido exitosos. En julio de 2019, cerró una refinanciación con la que redujo su deuda un 33%, a unos 130 millones, gracias a otra capitalización de deuda de Hayfin, y también estiró los vencimientos de 113 millones de pasivo hasta julio de 2026. Ese ejercicio, facturó 91,3 millones, un 5,1% más que en 2018, y su ebitda se situó en unos 34 millones.
La pandemia, por supuesto, impactó de llenó en las cuentas del año pasado, pero este daño colateral fue transitorio. La demanda no se eliminó, solo se embalsó hasta que las ITV volvieron a la normalidad. Y, además, Itevelesa no se quedó de brazos cruzados. Activó una línea de liquidez, aplazó el pago de intereses con la banca hasta abril y octubre de este año. Y también negoció la obligación de pago del principal y de un crédito participativo del que es acreedor la propia Hayfin.
Un impulso a los resultados
La puesta a punto de Itevelesa se ha centrado en la reducción de la carga financiera, con el objetivo de permitir que las cifras de las últimas líneas de la cuenta de resultados respiren. En 2014, antes de la salida de Macquarie, los gastos fianancieros de Itevelesa ascendían a 27 millones, mientras que a cierre de 2019 no llegaban a 10 millones. Y el efecto de la refinanciación comenzará verse en todo su esplendo en las cuentas de 2020, aunque estas tendrán también reflejarán el efecto colateral del Covid. En su contra, juega que sus concesiones de ITV tienen una vida media de unos ocho años.