50 años desde que el primer fondo indexado revolucionó la inversión
Las comisiones se reducen más de un 90%, lo que mejora la rentabilidad
Ningún invento ha cambiado tanto el mundo de la inversión como los fondos indexados: fondos que replican la evolución de un índice bursátil o de bonos. Hace ahora 50 años que se creó el primero. Era un fondo de pensiones para los empleados del fabricante de maletas Samsonite. Los mimbres estaban ahí: no habría gestores buscando las mejores oportunidades de inversión, sino una cartera con todas las acciones cotizadas en la Bolsa de Nueva York.
El fondo echó a andar en julio de 1971, con un patrimonio de seis millones de dólares. Su éxito no fue inmediato. Ni mucho menos. Invertir en 1.500 acciones y hacer los rebalanceos de era una pesadilla logística, pero ya estaba plantada la semilla. 50 años después, los fondos indexados mueven un patrimonio de 8,4 billones de dólares.
“El mismo año que se crearon los fondos indexados también se inventó el primer microchip comercial, el Intel 4004. Fueron dos cambios que han acabado demostrando su capacidad para cambiar drásticamente industrias enteras”, explica Salim Ramji, director global de iShares y de inversión indexada de la gestora BlackRock, uno de los líderes globales.
¿Por qué fue tan revolucionario el invento? Por una cuestión de costes y de eficiencia de mercado. Hace 50 años, acceder a la inversión bursátil era caro. Para comprar un fondo de inversión en Estados Unidos había que pagar una comisión inicial del 7%, más una comisión anual cercana al 2%. Con la gestión indexada los gastos de los fondos se desplomaron y hoy en día hay vehículos en los que la comisión anual es de solo un 0,07%. Es decir, para un fondo de 10.000 dólares antes se pagaban 700 dólares solo por entrar, y otros 200 dólares al año. Ahora, se abonan solo 7 al año, y no hay comisión de entrada.
Además, los fondos indexados han demostrado que pueden batir, en periodos de cinco a 10 años, a la inmensa mayoría de los gestores de fondos. Gracias, en buena medida, a que las bajas comisiones no detraen casi rentabilidad.
“En los primeros años, los fondos indexados permitieron que millones de trabajadores accedieran a fondos de pensiones para su jubilación. Después, con la creación de los fondos cotizados, se generalizó a todo el público”, apunta Ramji.
Los fondos cotizados (conocidos por sus siglas en inglés) son como un fondo de inversión, pero que se puede comprar y vender de forma instantánea, como las acciones. Este tipo de vehículo a maridado a la perfección con el concepto de fondo indexado.
Hoy en día, los mayores ETF del mundo, que replican la evolución del índice S&P 500, que reúne a las mayores compañías cotizadas de Estados Unidos, tienen tamaños superiores a los 400.000 millones de dólares.
A día de hoy, las dos mayores gestoras de fondos del planeta son también líderes en fondos indexados: BlackRock (6,7 billones de dólares bajo gestión) y Vanguard (5,6 billones de dólares, y 100% gestión indexada).