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Álex Saiz: “En los próximos cinco años veremos cambios muy bestias en los pagos”

En las economías en desarrollo, parte de la población podría llegar a saltarse el paso de la bancarización  En Europa, los pagos mediante biometría están llamados a protagonizar la próxima gran transformación

Monei
Fernando Belinchón

Es un secreto a voces. La Unión Europea busca un sistema de pagos capaz de arrebatar el mercado en el Viejo Continente al duopolio que conforman las estadounidenses Visa y Mastercard. No solo por las comisiones, sino, sobre todo, por los datos. Tendencias, los efectos de la pandemia... Álex Saiz Verdaguer es un testigo privilegiado de cómo evolucionan los sistemas de pagos en Europa. Es consejero delegado y fundador de Monei, la única fintech española que forma parte del European Payment Council, la organización que trabaja para el desarrollo de los pagos transfronterizos dentro de la Unión Europea.

R. ¿Cuál diría que ha sido el cambio más destacado en el último año respecto a los pagos?
R. Ha habido una aceleración a nivel de digitalización y un avance brutal hacia lo que es la eliminación del papel del dinero en efectivo. Se ha acelerado cinco años lo que venía siendo algo progresivo.
R. En el comercio físico, lo más parecido a la digitalización para el grueso de la población es pagar con la tarjeta. ¿Qué considera que hace falta para abandonar esa dicotomía de tarjeta o efectivo en la que llevamos inmersos décadas y de la cual no terminamos de separarnos?
R. Entiendo que hace falta que salgan sistemas de pago innovadores, que mantengan una experiencia de usuario muy buena. Y que, además, den valor añadido al comercio. El comercio está anclado al datáfono de toda la vida. En el momento en el que llegue una nueva solución que le dé más valor añadido y funcionalidades que el datáfono, quizá será el propio comercio el que empujará al cliente a hacer el pago de otras formas.
R. ¿Por qué piensa que a una parte de la población le cuesta separarse del concepto tarjeta o efectivo?
R. Nuestros bisabuelos ya usaban el pago con efectivo. Culturalmente, está muy arraigado en nuestra sociedad. La única evolución que ha habido en los pagos ha sido el uso de tarjetas, y al final el tema de la tarjeta ha ido penetrando y está muy consolidado. No ha habido alternativas hasta el día de hoy que hayan sido capaces de romper ese equilibrio. Estamos en un momento en el que durante los próximos cinco años veremos unos cambios muy bestias. Y esto súmalo a que la Unión Europea está presionando para que aportemos soluciones innovadoras que faciliten el pago.
R. Mucho se lleva hablando del pago a través de teléfono móvil, ¿cree que seguirá al alza la tendencia? ¿Está creciendo a la velocidad que cabría esperar en un principio?
R. Es obvio que el móvil va a sustituir a las tarjetas. La velocidad entiendo que es la que se esperaba. Los reguladores están haciendo presión para que siga este ritmo e incluso mejore. A nivel político interesa porque cuanto más digitalizado este el dinero, más controlados están los flujos del dinero.
R. Aunque originariamente Bizum fue concebido como una forma de facilitar microtransferencias entre par­ticulares, recientemente ustedes han impulsado una solución que permite emplearlo más fácilmente a la hora de pagar en comercios o establecimientos físicos. ¿Cómo funciona exactamente?
R. Gracias al tema de la pandemia, vimos que la gente se acostumbraba a ir a un restaurante y escanear un código QR. Básicamente, para ver la carta del restaurante. En cuestión de tres meses, mucha gente en España se acostumbró a ver algo que hasta entonces era muy remoto: ese código QR. Hemos sacado una solución mediante la cual si una persona va a un comercio, se escanea un código QR de pago y aparece una ventana donde se puede autorizar la operación. Este sistema tiene múltiples ventajas. Por un lado, te permite un pago contactless, y para el comercio le supone disponer de forma inmediata de los fondos. Los costes, al no pasar por la red de Visa o Mastercard, son mucho más baratos.
R. Hablemos de regiones. ¿Cómo ve la evolución de los ecosistemas de pago en las diferentes partes del mundo? ¿Qué cabe esperar en América Latina, Europa, Asia o África?
R. En Asia han avanzado muy rápido gracias a WeChat y AntFinancial. Han avanzado hacia el tema de pago con QR. Nosotros desde Monei creemos que es hacia dónde irá Europa. A nivel de África y Latinoamérica, habría que hacer un paréntesis y primero analizar el nivel de bancarización de la sociedad. Aún hay unos porcentajes muy grandes de población sin bancarizar. En algunos países, como Kenia, por ejemplo, han aparecido fintech y lo que ha pasado es que la sociedad se ha saltado la etapa de la bancarización. Se han pasado directamente al móvil. La población más joven probablemente ya no vaya a un banco a hacerse una cuenta, sino que se harán una cuenta en una fintech. Inclusive, hay casos de operadores de telefonía que se han adelantado a la banca y han puesto esta capa.
R. Monei es la única fintech española que forma parte del European Payment Council; ¿qué líneas de trabajo y proyectos se están impulsando desde el EPC?
R. Sobre todo, estamos trabajando en mejorar las condiciones colaterales de las transferencias SEPA. Con otras palabras, buscamos que un ciudadano español pueda transferir dinero a Lituania en cuestión de milisegundos a un coste similar al que si hace la transferencia a nivel nacional. Por otro lado, trabajamos en aportar una capa de innovación que nos permita liderar los pagos a nivel mundial. Este sistema europeo de pagos instantáneos está muy bien pensado y lo que hace es fomentar la actividad dentro de la propia Unión. Ha habido un proceso de homogeneización del cual no somos del todo conscientes. Aunque somos una amalgama de países, cada uno con cultura y con idiomas diferentes, esto hace que a nivel comercial trabajemos de una forma muy competitiva. Es muy ágil, lo cual nos da ventajas frente a otras zonas como Asia o Estados Unidos.
R. ¿Qué podemos esperar en el futuro de los pagos en Europa?
R. Creo que va a haber grandes saltos en lo que a experiencia de usuario se refiere. Aplicaciones de pago por biometría. Pago por reconocimiento facial, mediante huellas digitales. Después hay otra capa que está por ver aún, que es todo el tema de los smart contracts y de la tecnología blockchain. Esta tecnología tiene mucho potencial porque es a nivel internacional y puedes enviar dinero a cualquier parte del mundo. Habrá que ver cómo se cuadran la experiencia de usuario y del consumidor con las barreras tecnológicas. Yo entiendo que, aunque haya alguna fintech como la nuestra que saque proyectos interesantes, quien debe liderar esto es la Unión Europea.

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Sobre la firma

Fernando Belinchón
Madrid. 1994. Máster en periodismo económico por la Universidad Rey Juan Carlos. Redactor de la Mesa Web de CincoDías. En el periódico desde 2016.

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