Rusia asegura que fabricará su vacuna Sputnik en España
Cierra el primer acuerdo en Italia para producir su alternativa en Europa occidental Charles Michel afirma que Moscú y Pekín utilizan estos avances con fines propagandísticos
Rusia quiere entrar en el mercado europeo de las vacunas del Covid-19, reservado exclusivamente de momento a las empresas occidentales más avanzadas en el desarrollo de estas innovaciones. La candidata de Moscú llamada Sputnik V podría producirse en Europa occidental por primera vez después de que el fondo soberano RDIF y la compañía farmacéutica suiza Adienne firmaran un acuerdo para hacerlo en Italia. De esta forma, el Ejecutivo de Vladimir Putin comenzaría a despejar una de las mayores incógnitas de Sputnik: lo referente a la falta de capacidad industrial.
Además, Kirill Dmitriev, director de RDIF, aseguró en la televisión estatal rusa que su fondo también había llegado a acuerdos con instalaciones de producción en España, Francia y Alemania para producir Sputnik, pero no proporcionó detalles, informó Reuters. Esta vacuna está desarrollada por el Instituto Gamaleya de Moscú y es comercializado por RDIF.
"Gamaleya, desarrollador de la vacuna Sputnik, está buscando diferentes lugares en Europa para aumentar su capacidad de fabricación en caso de que su vacuna llegue a ser autorizada", señala un portavoz de la Agencia Española del Medicamento (Aemps). "Por el momento no tenemos constancia de que se haya formalizado ningún contrato para la fabricación en España", asegura.
El acuerdo, que necesitará la aprobación de los reguladores italianos antes de que se pueda lanzar la producción, ha sido confirmado tanto por el RDIF de Rusia, que comercializa el Sputnik V a nivel internacional, como por la cámara de comercio italo-rusa.
De momento, en España ya hay acuerdos para otras vacunas frente al SARS-CoV-2. Se trata de las empresas españolas Rovi (que produce para Moderna), Biofabri (para Novavax en un producto todavía experimental), Insud (en el caso de AstraZeneca) y Reig Jofre (que lo hará para el grupo Johnson & Johnson).
Sputnik, que tiene una efectividad de prevención de contagios del 92%, ya ha sido autorizada en 42 países, según datos recogidos por Unicef. Se trata de la alternativa aprobada en más territorios, tras las de AstraZeneca y Pfizer/BioNTech.
En Europa, la Agencia Europea del Medicamento (EMA, en sus siglas en inglés) ha comenzado a evaluar los datos de Sputnik, pero todavía no ha validado ni seguridad ni eficacia de la vacuna. Aun así, el fondo soberano ruso ha abierto una brecha en el bloque de los 27, ya que Hungría, Eslovaquia y la República Checa han dado el visto bueno a esta candidata.
"Por el momento, no es posible saber la duración de este proceso y si finalmente logrará cumplir con todas las garantías de calidad, seguridad y eficacia y, por tanto, lograr una autorización. En este momento, además de estar evaluándose la información aportada, la EMA va a llevar el próximo abril inspecciones para comprobar si los lugares de fabricación cumplen con las Buenas Prácticas de Fabricación (GMP, por sus siglas en inglés), imprescindibles para que la vacuna pueda llegar a autorizarse en la Unión Europea", inciden en la Aemps.
Bruselas de momento tampoco tiene ningún acuerdo de compra de Sputnik. Funcionarios de la UE aseguran que la Comisión podría iniciar negociaciones sobre un posible acuerdo para comprar vacunas si al menos cuatro miembros lo solicitan.
El Ejecutivo de Ursula Von der Leyen ha firmado hasta ahora contratos de suministro con seis fabricantes de vacunas europeos y estadounidenses por un total de casi 2.600 millones de dosis para su población de 450 millones. Se trata de Pizer/BioNTech, Moderna y AstraZeneca, ya aprobadas y comercializadas, y Janssen, Sanofi, CureVac y Novavax, que tienen productos experimentales. "Actualmente no hay conversaciones en curso para integrar la vacuna Sputnik en la cartera", afirmó la semana pasada un portavoz de la Comisión en una conferencia de prensa.
De forma oficiosa, el Ejecutivo de Von der Leyen ha apostado porque las vacunas que se distribuyan en Europa deberían estar producidas, totalmente o en parte, dentro de la UE. Es una forma de controlar la distribución pero también la calidad y seguridad. De esta forma, el fondo soberano ruso entra en territorio comunitario con su solución para inocular frente al SARS-CoV-2.
De momento hay muchas dudas sobre la capacidad de RDIF para producir Sputnik a una escala relevante. Hasta ahora se ha comprometido a distribuir 500 millones de dosis en 2021, muy lejos de los 3.000 millones de AstraZeneca o los 2.000 millones de Pfizer. La Universidad de Duke recoge que el fondo ruso cuenta con encargos conocidos por 262 millones de dosis (100 millones de India).
Propaganda rusa
El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, apuntó el martes a lo que llamó suministro "muy publicitado" de vacunas de China y Rusia a otros países.
"No debemos dejarnos engañar por China y Rusia, ambos regímenes con valores menos deseables que el nuestro, ya que organizan operaciones muy limitadas, pero ampliamente publicitadas para suministrar vacunas a otros", aseveró. También señaló que China y Rusia ambos habían vacunado a menos personas en sus países que los países de la UE.
"Europa no utilizará vacunas con fines propagandísticos. Promovemos nuestros valores".
Defendió un sistema para controlar la exportación de dosis producidas en países de la UE, invocado por Italia la semana pasada para bloquear un envío de inyecciones de AstraZeneca a Australia.