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Calificación crediticia

DBRS y Moody's mantienen sus ratings en el primer examen de 2021 para la deuda de España

Gracias a la mejora de la atención sanitaria y a la posible eliminación de las restricciones

CINCO DÍAS

Las agencias de calificación DBRS Morningstar y Moody's no han efectuado cambios en sus calificaciones para la deuda soberana a largo plazo emitida por España en lo que ha supuesto la primera evaluación de la nota de solvencia española de 2021.

En concreto, la calificadora canadiense ha confirmado el rating 'A' con tendencia 'estable', ya que confía en un fuerte repunte en la segunda mitad de 2021 gracias a la mejora de la situación de la atención sanitaria y la eliminación de las restricciones, mientras que mientras que la firma estadounidense seguirá asignando un rating 'Baa1' con perspectiva 'estable'.

La agencia canadiense ha señalado que, a pesar de la magnitud del impacto de la Covid-19 en la economía española, los resultados preliminares de 2020 han superado marginalmente las proyecciones anteriores, subrayando que, de cara al futuro, la intensidad del repunte económico será fundamental para que España evite los efectos perjudiciales económicos a largo plazo de la pandemia.

Si bien depende en gran medida de la situación de la atención médica, la situación macroeconómica mejorará sustancialmente a lo largo del año, y la mayoría de las estimaciones anticipan una fuerte recuperación en la segunda mitad de 2021", ha apuntado la agencia, que considera fundamental a medio plazo "evitar daños económicos duraderos", para lo que valora positivamente medidas como los ERTE y los avales públicos a las empresas, que han evitado un aumento de las quiebras.

DBRS Morningstar ha recordado que la calificación 'A' de España sigue estando respaldada por la diversificada economía del país, el competitivo sector exportador y la membresía de la eurozona, características que la agencia espera que respalden la recuperación de España, mientras que, por el contrario, un elevado ratio de deuda pública y su dependencia de la financiación exterior son fuentes de vulnerabilidad crediticia.

Asimismo, la agencia ha advertido de que el elevado desempleo estructural y temporalidad en España subrayan las deficiencias del mercado laboral, mientras que en el plano político ha señalado que el independentismo catalán sigue presente en un segundo plano, aunque ha destacado que las tensiones se han moderado.

No obstante, ha señalado que una solución duradera sigue siendo difícil de alcanzar y las tensiones podrían resurgir. "Las limitaciones impuestas por el clima político a la capacidad de España para abordar los desafíos económicos clave y la incertidumbre sobre la situación a largo plazo en Cataluña continúan pesando negativamente en la evaluación cualitativa de DBRS Morningstar del componente básico del entorno político", ha apuntado.

También considera que el desempeño económico de España "podría sorprender al alza durante los próximos dos años", si la implementación y absorción de los fondos europeos resultan más rápidas de lo anticipado, por lo que el plan de recuperación representa una oportunidad importante para impulsar la inversión y reactivar la estancada agenda de reformas.

"Una implementación exitosa de las inversiones y reformas asociadas con estos desembolsos, podría afectar positivamente las perspectivas de crecimiento a largo plazo de España, aumentando la productividad y reduciendo el desempleo estructuralmente alto", ha señalado la agencia.

Por otro lado, en su análisis DBRS ha destacado que los bancos españoles parecen estar mejor preparados para afrontar un entorno cada vez más complicado, mientras que, en contraste con la crisis anterior, los hogares y las empresas españolas tienen balances más ajustados, con niveles de endeudamiento por debajo de los de la zona del euro, y no hay evidencia significativa de que se produzcan desequilibrios en el mercado inmobiliario español.

A este respecto, la agencia considera que la combinación del plan de avales del Estado, la moratoria de préstamos y las medidas extraordinarias de liquidez y alivio regulatorio del BCE han desempeñado un papel crucial para mantener un suministro saludable de crédito a lo largo de 2020, aunque espera, no obstante, que la crisis actual pese sobre la calidad de los activos, la rentabilidad y los índices de capital de los bancos en los próximos trimestres, lo que se suma a las presiones de rentabilidad estructurales derivadas del entorno de tipos de interés bajos y la fuerte competencia.

Las calificadoras de riesgos Moody's y DBRS Morningstar volverán a coincidir en su segunda y última evaluación de la nota española, prevista para el próximo 3 de septiembre.

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