Google España facturó 132 millones y pagó nueve millones en impuestos en 2019
La compañía ha transferido 44 millones de bancos a una filial financiera del grupo y ha renovado el contrato millonario de alquiler de su sede a Pontegadea, sociedad de Amancio Ortega
Google cerró 2019 con una facturación de casi 132 millones de euros en España, un 26,7% más que en 2018, según las cuentas presentadas por la compañía en el Registro Mercantil, que reflejan que el gigante tecnológico mantiene sus ventas en Irlanda y registra localmente ingresos por prestar servicios de marketing y soporte a Google Ireland y servicios de investigación y desarrollo a Google LLC. Un hecho que ha derivado en el pago de solo 8,9 millones euros en concepto de Impuesto sobre Sociedades el pasado ejercicio, un 28,9% más.
En concreto, Google Spain alcanzó una cifra de negocios de 131,98 millones en 2019 frente a los 104,18 millones facturados en 2018, "debido a la mayor demanda de los servicios de la compañía". La mayoría de ellos proceden de los pagos de su matriz irlandesa por los conceptos antes apuntados, pues solo algo más de 3,7 millones vienen de Google LLC, con sede en EE UU.
La filial española de Google obtuvo un beneficio neto de 25,91 millones en 2019, un 28,5% más que los 20,16 millones que ganó el año anterior. Su resultado de explotación fue de 34,79 millones, un 28,7% más.
La empresa revela en sus cuentas que en 2019 comenzó a participar en un programa de cash pooling con la sociedad del grupo Alphabet Capital International. Dicho programa supuso la transferencia de cantidades de efectivo que la compañía había mantenido previamente con bancos externos a una entidad intragrupo como forma de buscar una gestión más eficiente de la tesorería. La compañía ha transferido, según indica, un total de 44,3 millones de euros.
Google Spain también indica que en 2019 renovó el contrato de arrendamiento de sus oficinas en Torre Picasso (en Madrid) con Pontegadea, la sociedad inversora de Amancio Ortega, el fundador y máximo accionista de Inditex. El gigante tecnológico precisa en sus cuentas que finalizó el anterior contrato de arrendamiento en noviembre de 2019 y en julio de ese año firmó uno nuevo válido hasta el 31 de diciembre de 2024. En 2019, pagó por el arrendamiento 2,2 millones de euros. La compañía ocupa tres plantas en el citado edificio situado en la zona de Azca.
La empresa no detalla si tiene alguna investigación fiscal concreta abierta; solo indica que, como todas las sociedades, tiene abiertos a revisión los últimos cuatro ejercicios fisacles. Google Spain ya desembolsó en 2017 tres millones tras una inspección de la Agencia Tributaria en 2016 por no haber pagado 2,7 millones de impuestos de sociedades entre 2011 y 2015. Una suma a la que tuvo que añadir 300.000 euros de intereses de demora. Antes, en 2013, también afrontó otro pago a Hacienda de 1,9 millones.
La empresa elevó su plantilla media el pasado año desde 208 a 257 empleados y destinó a gastos de personal 54,25 millones de euros, un 28,8% más. El gasto correspondiente a salarios aumentó un 27,7%, desde los 37,56 millones de euros a 47,98 millones de euros.
Google también hace referencia en su informe al brote de Covid-19 surgido tras el cierre del ejercicio y apunta que está conduciendo a "una disrupción del mercado global". "Tal entorno operativo tiene el potencial de tener un impacto adverso en las operaciones y la posición financiera de la compañía", añade. En este contexto, señala que el impacto futuro de la situación económica actual es "incierto y difícil de predecir", pero asegura "que no se requieren ajustes en las cuentas anuales de 2019" en relación con el brote de coronavirus.