Tubacex duplica pérdidas y pone el foco en el déficit de sus centros en España
La pandemia y la crisis de sus clientes desploman las ventas un 21,8%
Entre la pandemia y el desplome de sus principales clientes, el sector del petróleo y el gas, Tubacex más que duplicó sus pérdidas en 2020, al contabilizar unos números rojos de 25,3 millones. Y achacó la mayoría de estos resultados negativos al déficit de competitividad de sus dos fábricas en España, ambas ubicadas en Álava.
La siderúrgica tiene en marcha un plan de 150 despidos para ambos centros, ubicados en Laudio/Llodio y Amurrio. Esta semana ha habido fuertes enfrentamientos entre trabajadores y agentes de la Ertzaintza a la puerta de la primera de las instalaciones citadas. Los sindicatos han convocado una huelga.
El recorte laboral de Tubacex alcanza a 600 empleados, el 20 % de la plantilla del grupo, y solo está pendiente la salida de los 150 profesionales de las plantas vascas. Con este ajuste y otros busca un ahorro anual en costes fijos de 30 millones, "necesario para garantizar la sostenibilidad del grupo", según Jesús Esmorís, su consejero delegado. La red industrial de la corporación se extiende por España, Austria, Italia, Estados Unidos, India y Tailandia. También tiene centros con otros socios en Arabia Saudí, Dubai, Noruega, Canadá y Singapur.
De vuelta al balance, las ventas de 2020 cayeron un 21,8 %, hasta 479,6 millones. El beneficio bruto de explotación (Ebitda) también registró un fuerte retroceso, del 43,2 % y hasta 38,1 millones. La siderúrgica ha reorganizado su deuda, estirando los vencimientos. Ha cerrado 2020 con una liquidez de 240 millones, suficiente para cubrir los compromisos de los préstamos "hasta bien entrado 2024", ha comentado Esmorís.
Tubacex está reorientando su producción hacia la transición energética. Sus clientes tradicionales de los sectores del petróleo y el gas están en una caída continuada de la actividad desde 2014. Multinacionales como Repsol, Total y BP están centrando sus inversiones a futuro en las energías limpias y la siderúrgica alavesa quiere tener su sitio en este nuevo escenario.
De hecho, el fabricante de tubos sin soldadura desarrolla nuevos productos y soluciones relacionadas con el transporte, el hidrógeno, las renovables y el sector aeroespacial.