La fiebre del bitcóin tienta a las grandes gestoras de fondos
Morgan Stanley está barajando incluir este activo en algunos de sus fondos y Canadá ha autorizado el primer ETF
La escalada meteórica del bitcóin parece no tener fin. El oro digital, como ya lo llaman algunos, superó ayer los 50.000 dólares de valoración y consolida sus máximos históricos. La subida ha sido del 67% tan solo en lo que va de 2021. Algunas grandes gestoras ya están planteándose incluir este activo en sus fondos y la mayoría de los inversores considera que seguirá revalorizándose.
El bitcóin fue la primera criptomoneda y es la más popular. Se trata de un activo que utiliza la tecnología de cadenas de bloques digitales (blockchain) y certificados descentralizados para establecer las transacciones. Se concibió tanto como sistema de pago como una fórmula para acumular riqueza, esquivando la supervisión directa de los bancos centrales.
Hace una década esta divisa virtual se cambiaba por 0,5 dólares. En 2013 llegó a valer más de 1.000 dólares y para 2018 alcanzó los 13.000 dólares. Después de unos años de declive, en 2020 comenzó una escalada que la ha llevado de los 6.500 a superar los 50.000 dólares.
Este ascenso fulgurante ha atraído la atención de la comunidad inversora, que hasta ahora había dado la espalda a las criptomonedas. Morgan Stanley, a través de su filial Counterpoint Global, está planteándose empezar a incluir bitcóins en las carteras de sus fondos de inversión. La decisión no está tomada y requeriría la aprobación del grupo y de los reguladores, pero revela cómo Wall Street está olvidándose del tabú que rodeaba a las monedas virtuales hasta hace poco. BNY Mellon, otra gran gestora, ha creado un equipo para desarrollar una plataforma para activos digitales.
Uno de los grandes paladines de la causa ha sido Elon Musk, fundador de Tesla y uno de los hombres más ricos del mundo. No solo ha defendido la compra de bitcóins, también de otras critomonedas más bizarras, como Dogecoin. La compañía que dirige anunció la semana pasada que ha destinado 1.500 millones de su tesorería (valorada en 18.000 millones de dólares) a comprar bitcóins.
En su encuesta a gestores de fondos, Bank of America destaca que una buena parte de ellos (el 27%) sigue confiando en la revalorización del bitcóin en los próximos meses. Aunque también reconocen que es uno de los activos donde hay una mayor saturación de nuevos inversores.
Los fondos de inversión convencionales no pueden invertir, por el momento, en estas criptomonedas, aunque algunos han buscado una puerta trasera para hacerlo. La fórmula es comprar acciones de compañías que han invertido su tesorería en bitcóins. Es el caso de MicroStrategy, que ha destinado casi toda su caja a este tipo de activo. Y en Canadá, el regulador ha aprobado el primer ETF especializado.
Los defensores de la criptodivisa consideran que la adopción generalizada de los bitcóins permitirá a personas y empresas esquivar las devaluaciones provocadas por los gobiernos, que a menudo quieren que sus divisas pierdan valor para poder exportar más barato y que sus economías sean más competitivas. En cambio, los reguladores ven la generalización de este activo con malos ojos. La semana pasada, el Banco de España y la CNMV emitieron un comunicado conjunto en el que subrayaban los peligros de comprar bitcóins y otras monedas virtuales, al no estar respaldadas por ningún activo físico.
Los bancos de inversión, no obstante, han incluído este tipo de activos en su radar. Su generalización está haciendo que las oscilaciones en el precio ya no sean tan fuertes como en 2018. “El bitcóin ya está en la senda para convertirse en un tipo de activo más”, apunta Paolo Ardoino, jefe de tecnología de la plataforma de negociación de critodivisas Bitfinex, con sede en Londres.
Cada vez hay más brókers que ofrecen intercambios de dinero real por critpodivisas. Aunque el bitcóin es la dominante, con casi el 70% de cuota, hay casi 7.000 monedas virtuales diferentes.
Daños colaterales
Ecología. Para obtener bitcóins hay que utilizar de forma masiva ordenadores que resuelven intrincados algoritmos. Es lo que se llama minar moneda. Además, cada transacción es reportada y registrada por millones de ordenadores, para garantizar su trazabilidad. Este uso intensivo de electricidad equivale, de acuerdo con un estudio de la Universidad de Cambridge, al de toda Argentina, y se podría disparar si se generaliza su uso.
Contabilidad. La decisión de Elon Musk de que su compañía, Tesla, invirtiera 1.500 millones de euros de su tesorería en bitcóins ha supuesto un importante desafío para los organismos internacionales de contabilidad. ¿Cómo puede computarse? ¿Como una inversión en un activo real? Los expertos consideran que no se puede considerar como efectivo, sino como un activo intangible. Por lo tanto, la compañía debería reflejar periódicamente la pérdida de valor o revalorización del mismo.