Boada deja la presidencia de Pelayo tras 15 años en el cargo
El grupo duplicó su beneficio en 2020 hasta llegar a los 11,5 millones de euros
Relevo al frente de Pelayo Mutua de Seguros. José Boada, quien llevaba 15 como presidente de la compañía, dejará el cargo tras haber cumplido los 65 años que marcan los estatutos como edad tope para ostentar este cargo. Le sustituirá un hombre de la casa, Francisco Lara, hasta ahora director general.
También abandonará su puesto el vicepresidente del grupo Pelayo, Severino Martínez, al cumplir los 70 años, que es el máximo para este puesto según los estatutos de la mutua. En su caso, será sustituido por Anna Birulés, actual consejera del grupo y presidenta de la comisión de inversiones.
Ambos cambios deberán ser ratificados en la asamblea de mutualistas, que se celebrará el próximo 11 de marzo.
Boada y Martínez dejan el grupo en una situación holgada. El año pasado, la entidad facturó 481 millones de euros (algo menos que en 2019, debido a la pandemia) y con un beneficio neto de 8,2 millones de euros, el doble que el año anterior, y más de un millón de clientes.
El capital disponible de la mutua está en 36 millones de euros y el ratio de solvencia supone 2,8 veces el capital de solvencia exigido.
La facturación de los seguros de automóviles, la más importante para Pelayo, se situó en 281 millones de euros, un 6% menos que en 2019. Este descenso es consecuencia de la política de saneamiento de la cartera, "así como por la política de contención de precios que ha mantenido la entidad con sus mutualistas, acorde a la situación económica del entorno", explica la entidad en un comunicado.
Grupo Pelayo cuenta actualmente con 1.085 empleados y 300 oficinas de atención al mutualista, además del centro de atención telefónica. El beneficio neto del Grupo (que incluye también las filiales Agropelayo y la compañía de seguros de vida) ha alcanzado los 11,5 millones de euros, con un incremento del 115,9% respecto a 2019.