CAF seguirá con el contrato de París tras retirar Alstom a Bombardier
Los adjudicatarios SNCF y RATP demandarán a la multinacional francesa
Tormenta empresarial en Francia. La decisión de Alstom de retirar a Bombardier del contrato que su filial canadiense había ganado con CAF (suministro a París de 146 trenes de cercanías por 2.560 millones) ha molestado al mundo social y económico del país galo.
Este 4 de febrero por la tarde, Alstom anunciaba que retiraba a Bombardier del proyecto, una vez que la división ferroviaria de la nueva participada está integrada a todos los efectos en su estructura. Han sido veintidós días de vértigo. A mediados del pasado enero, los operadores SNCF y RATP ratificaban la adjudicación a CAF y Bombardier del pedido, dando por superados los obstáculos judiciales que Alstom había interpuesto para no perder este negocio.
La oferta de ambos a SNCF y RATP, y el proceso previo de presentación de la propuesta, se realizó antes de la entrada en escena de Alstom, que luego compró Bombardier.
La reacción de la multinacional gala, que ha causado sorpresa en Francia, solo se explica por su oposición al refuerzo de CAF en su mercado local, y además en París. El grupo vasco ya logró en 2017 un contrato de suministro de unidades a SNCF por 700 millones que encendió las alarmas en Alstom.
CAF seguirá adelante con el proyecto de París. A las dos horas del anuncio de Alstom , SNCF y RATP criticaron "enérgicamente" en un comunicado conjunto esa decisión y adelantaron el inicio de acciones legales contra la misma.
Los adjudicatarios recuerdan que no solo CAF, sino también Bombardier, se han comprometido a llevar a cabo el contrato. Porque opinan que Alstom, al comprar el negocio ferroviario de la empresa canadiense, "se ha hecho cargo de todos sus compromisos".
El proceso de licitación, continúan, fue "riguroso". Además de la experiencia industrial de SNCF y RATP, ambos contrataron a un asesor externo para realizar un segundo análisis de las condiciones económicas de la oferta, uno de las excusas de Alstom para retirar a Bombardier.
En este sentido, la propuesta "no incluyó" una oferta económica "anormalmente baja", como aduce Alstom, cuyo presupuesto superaba en 600 millones al presentado por CAF y Bombardier. La auditoría duró dos meses e incluyó el estudio "de varios cientos de documentos".
Los trenes de la línea de cercanías REB R de París han quedado obsoletos y los ciudadanos de la capital hace tiempo que reclaman su renovación. Es una red de transporte clave para la capital de Francia porque une los aeropuertos de Orly, al sur de la ciudad, y el de Charles de Gaulle, al norte, con el centro urbano. Los obstáculos de Alstom provocan "un retraso inaceptable", según los operadores galos, a la renovación de la segunda línea de cercanías con más pasajeros de Europa.