Ferrovial se lanza a por las redes eléctricas y puja por las de la chilena Colbún con más de 1.000 millones
Compite contra Transelec y varios fondos de inversión
Ferrovial mira hacia el negocio energético. La compañía que pilota Rafael Del Pino ha entrado en la puja por las redes de transmisión eléctrica de la compañía chilena Colbún, según informan a CincoDías fuentes financieras. Se trata de una operación valorada en más de 1.000 millones de euros.
La eléctrica chilena Colbún, construida sobre dos centrales de Endesa en el país, ha decidido desprenderse de su negocio de transmisión eléctrica. Comunicó al regulador del mercado de valores del país austral, la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), que había encomendado su venta a JP Morgan y a BTG Pascual.
Ferrovial ha sido uno de los interesados. Y ha entrado con fuerza en el proceso. Compite contra el gran propietario de redes eléctricas chilenas, Transelec, y varios fondos de pensiones internacionales. Un portavoz de Ferrovial ha declinado hacer comentarios.
Los activos en venta son una red de 899 kilómetros de líneas de transmisión y 27 subestaciones eléctricas. La compañía cotiza en la Bolsa de Chile y sus principales accionistas son la familia Matte y la compañía Forestal Cominco. Cuenta, además, con 25 centrales de generación en Chile y Perú, con una capacidad de 3.900 megavatios, que no están en venta.
Ferrovial ya cuenta con intereses en el mercado chileno de redes eléctricas. Tiene tres activos en el país, que suman 408 kilómetros en operación y 512 kilómetros en construcción. Es dueño de la línea Transchile, desplegada en el sur del país, con 204 kilómetros y suministra electricidad a 300.000 hogares. En julio de 2018 se adjudicó una concesión para construir y operar una línea de 250 kilómetros por 125 millones de dólares. Y en febrero de 2020 se hizo con la construcción, operación y mantenimiento de una línea de tres kilómetros.
Estrategia
Las redes eléctricas son una de las áreas en las que la compañía de la familia Del Pino se ha propuesto crecer en los próximos años. De hecho, el grupo acaba de lanzar una nueva división, Ferrovial Construcción Energía, orientada precisamente al negocio de redes eléctricas y a las renovables.
Es decir, Ferrovial trata de virar su negocio. Al tiempo que se lanza a por el negocio energético, en un momento en el que está en boga de los inversores, intenta dar la puntilla definitiva a la desinversión de su división de servicios. En 2019 vendió su negocio en esta área en Australia a un consorcio formado por ACS y Apollo, tras haber intentado vender toda la división por más de 3.000 millones.
Trata este mismo año de reactivar el proceso, tras haber decidido reemplazar a Goldman Sachs por Morgan Stanley como coordinador de la operación.
La estrategia ahora es trocear sus servicios por negocios y geografías y trabaja ya para desprenderse del área de gestión de residuos y Amey, su filial en Reino Unido.
Así, el objetivo de Ferrovial es centrarse en su negocio más puramente de infraestructuras y abandonar los citados servicios. Los activos energéticos y en especial aquellos como las redes eléctricas o incluso las de fibra óptica han sido uno de los activos estrella del mercado en los últimos años.
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