CureVac se alía con GSK para impulsar la fabricación y la búsqueda de mejores vacunas
La compañía británica producirá en Bélgica 100 millones de dosis y paga 150 millones por los derechos de un producto de segunda generación
GSK pone su gigantesca capacidad de producción de vacunas al servicio de la biotecnológica alemana CureVac, que dispone de una de las vacunas en última etapa de ensayos clínicos y que cuenta con un contrato de suministro para la UE. El laboratorio británico, que el pasado año compró el 10% del capital de CureVac, fabricará 100 millones de dosis en un centro productivo de Bélgica para distribuir en 2021. Además, se asocia con la firma germana para investigaciones de vacunas de segunda generación y que sean efectivas ante las nuevas variantes del virus, por lo que desembolsará 150 millones de euros, según anunciaron ambas compañías este miércoles en un comunicado.
De esta forma, CureVac firma en pocos días un segundo acuerdo de producción, tras el anunciado esta semana con Bayer, que producirá en Alemania otras 160 millones de dosis. El pacto con GSK se produce en medio de la polémica suscitada por la reducción de entregas previstas a los países de la UE por parte de Pfizer, Moderna y AstraZeneca, lo que ha provocado críticas al Ejecutivo de Ursula von der Leyen de no ser capaz de garantizar el suministro previamente acordado con las empresas. Además, el pacto cumple uno de los objetivos prioritarios de la Comisión Europea, que es incrementar la fabricación dentro de la UE.
CureVac tenía previsto producir 300 millones de dosis en 2021 y 600 millones en 2022 de su producto basado en ARN mensajero, como las que ya se comercializan de Pfizer/BioNTech y Moderna. Franz-Werner Haas, presidente de CureVac, anunció esta semana que espera elevar la producción el próximo año y fabricar entre 600 millones y 1.000 millones de dosis. CureVac es uno de los laboratorios que forman parte de los seis acuerdos de suministro de la vacuna que ha firmado la Comisión Europea, en este caso con 405 millones de dosis.
Aunque la investigación en fase III de esta firma es una de las más atrasadas en plazo y no se espera que la distribución comience hasta dentro de varios meses si previamente consigue tener éxito en su producto experimental.
Según los términos del acuerdo, GSK será el titular de la autorización de comercialización de la vacuna de próxima generación, excepto en Suiza, y tendrá los derechos exclusivos para desarrollar, fabricar y comercializar la vacuna de próxima generación en todos los países con excepción de Alemania, Austria y Suiza. El laboratorio británico realizará un pago por adelantado de 75 millones de euros y un otro por la misma cantidad, condicionado al logro de hitos de las posibles candidatas frente al coronavirus.
El objetivo de esta nueva alianza es ofrecer una protección más amplia contra una variedad de variantes diferentes de SARS-CoV-2 y permitir una respuesta rápida a las nuevas variantes que puedan surgir en el futuro. El programa de desarrollo comenzará de inmediato, con el objetivo de introducir la vacuna en 2022, sujeto a la aprobación regulatoria, según las empresas.
“El aumento de variantes emergentes con el potencial de reducir la eficacia de las vacunas del Covid-19 de primera generación requiere acelerar los esfuerzos para desarrollar vacunas contra nuevas variantes para mantenerse un paso por delante de la pandemia”, reflejaron las empresas. Estas alternativas podrían usarse para proteger a las personas que no han sido inoculadas antes o para servir como refuerzos en caso de que la inmunidad inicial se reduzca con el tiempo.
La vacuna de primera generación de CureVac está basada en la tecnología de ARN mensajero y se puede guardar en un frigorífico estándar a entre 2 a 8 grados, a diferencia de las de Pfizer/BioNTech y Moderna, que requieren ultracongelación.