El Ibex cede un 1,4% por el castigo a la banca y las renovables
Wall Street abre con descensos pendiente de la Reserva Federal
Las dudas regresan al mercado. Después del respiro que vivieron el martes los activos de riesgo, los factores de incertidumbre que vienen penalizando el comportamiento de las Bolsas en las últimas semanas volvieron a cobrar fuerza. En un contexto marcado por el repunte de los contagios y las dificultades de las farmacéuticas para cumplir con sus compromisos de distribución de las vacunas, el Ibex 35 perdió un 1,41%. Aunque no logró escapar a los números rojos imperantes en Europa, el selectivo español consiguió mantener a salvo los 7.800 puntos, barrera que a punto estuvo de perder en niveles intradía cuando la Bolsa española registró caídas del 2,29%. Lejos quedan ya los 8.400 que llegó a registrar en las primeras jornadas del año, cuando el optimismo generado por las vacunas aceleró la rotación de carteras.
Los expertos llaman a la cautela y aunque consideran que siguen existiendo razones para la esperanza lo cierto es que mientras la pandemia continúe sin control y los países mantengan o incrementen las restricciones a la movilidad no sería de extrañar que las firmas de análisis revisaran a la baja las expectativas de crecimiento, dando rienda suelta a las correcciones. De momento el temor al recrudecimiento de la tercera ola y el retraso en el proceso de inmunización de la sociedad está siendo ingrediente suficiente para que las Bolsas se despidan de las ganancias que venían acumulando en las primeras semanas del año. A falta de dos sesiones para el cierre del primer mes de 2021, solo el FTSE británico escapa a las pérdidas y suma un 1,65% en lo que va de ejercicio. El resto de Bolsas europeas se tiñen de rojo y de nuevo la española junto a la italiana encabezan los descensos son recortes del 2.74% y el 2,56%, respectivamente.
Todavía quedan muchos meses por delante para saber si las previsiones optimistas que manejaban las firmas de análisis para 2021 se transformarán en realidad. Pero de momento, los indicadores que se van conociendo no hacen más que ahondar en el pesimismo. Dos días después de que conocerse que la confianza empresarial alemana se sitúa en mínimos de julio, hoy fue el turno de la de los consumidores. Las nuevas medidas para contener la expansión del virus están haciendo mella en la presdisposición al gasto del consumidor alemán que cae a los -7,5 puntos. Este pesimismo fue suficiente para que el Dax alemán cerrara la jornada como el peor índice del Viejo Continente con una caída del 1,81%. El Cac francés bajó un 1,16%; el Ftse británico, un 1,3% y el Mib italiano, 1,47%. Al otro lado del Atlántico y en una jornada en la que los inversores permanecen atentos a las negociaciones entre republicanos y demócratas para aprobar el plan de estímulos fiscales y la reunión de la Fed, al cierre de los mercados europeos Wall Street se dejaba más de un 1%.
A diferencia de lo sucedido el martes, la Bolsa española no contó esta vez con el impulso de las noticias corporativas. Con los inversores intentando digerir la oferta de IFM a Naturgy (0,7%) y la comunidad científica pendiente de los avances de PhamarMar (1,22%), estas cotizadas compartieron el protagonismo con las empresas de energías renovables, una de las fortalezas de la Bolsa española en los últimos meses. Un día después de celebrarse la subasta de renovables, los inversores pusieron en precio las adjudicaciones, un hecho que según el comportamiento registrado por estas firmas no pareció cumplir con las expectativas. Solaria se convirtió en el valor más bajista del Ibex 35 con una caída del 10,8%, su peor sesión desde el pasado 8 de enero. Acciona bajó 7,24% y Siemens Gamesa, que no participó en la oferta, un 5,84%. Junto a las renovables también fueron destacados los descensos de la banca. Bankinter bajó un 4,73%; Bankia, un 4%; Santander, un 3,95%; CaixaBank, un 2,97%; BBVA, un 2,67% y Sabadell, un 1,82%. En el lado opuesto se situaron Merlin Properties (3,8%), Enagás (3,69%), Grifols (3,23%) y Telefónica (1,45%).
En el mercado de deuda la rentabilidad del bono a 10 años se mantuvo estable en el 0,07%.