Telefónica acelera el fin de la era del control de las telecos sobre sus infraestructuras
American Tower se asienta en Europa, el mercado clave de Cellnex Vodafone prepara su salida del negocio con la OPV de Vantage Towers
La decisión de Telefónica de vender a American Tower su cartera de torres de telecomunicaciones, incluidas en la filial Telxius, supone un hito casi decisivo e histórico para el sector. Por primera vez, un antiguo incumbente se deshace de sus infraestructuras pasivas de telefonía móvil. Se produce la separación casi definitiva en este ámbito de las infraestructuras y los servicios.
En noviembre, en esta línea, Hutchison, operador alternativo en media docena de países europeos, decidió vender todas sus torres a Cellnex, en una transacción valorada en 10.000 millones de euros.
Los cambios en el sector con esta vorágine de venta de torres (Citi llegó a hablar semanas atrás de que en Europa estaban a la venta cerca de 300.000 emplazamientos de una forma o de otra) se van a acelerar aún más con la decisión de Vodafone de colocar en Bolsa parte del capital de Vantage Towers, división que agrupa sus torres en Europa, incluidos los españoles. Los analistas han llegado a valorar esta filial en 20.000 millones de euros.
Iliad, Bouygues Telecom, Altice, MásMóvil… la lista de telecos europeas que han vendido sus torres o parte de ellas no deja de crecer. Las miradas se centran en saber qué harán grandes grupos como Deutsche Telekom y Orange, aunque esta última ya vendió parte de sus emplazamientos en España a la propia Cellnex.
No hay vuelta atrás. Las necesidades de las operadoras de captar recursos para reducir deuda y afrontar nuevas inversiones están acelerando la implantación del modelo estadounidense. En ese mercado, los gigantes American Tower, Crown Castle y SBA Communications se quedaron progresivamente con los activos de operadoras como AT&T, Verizon y Sprint-T-Mobile.
En este escenario, con su acuerdo para quedarse con las torres de Telxius, American Tower se ha posicionado con fuerza en Europa, donde el líder es Cellnex, con más de 100.000 emplazamientos, repartidos en una docena de países, una vez que cierre la multimillonaria compra de los activos de Hutchison. Esta transacción se anunció en otoño pasado, y Cellnex ha cerrado la compra en tres países, Austria, Irlanda y Dinamarca.
Según fuentes del sector, el grupo estadounidense se ha impuesto a Cellnex en el concurso establecido en torno a Telxius, al hacer una oferta mayor. Eso sí, el verdadero interés de Cellnex era la división europea de las torres de Telxius, pero no los activos en Latinoamérica, región en la que no tiene presencia, puesto que, hasta ahora, su estrategia se ha centrado únicamente en el Viejo Continente. Para la dirección de Cellnex habría sido difícil explicar al mercado la compra de activos fuera de Europa. El grupo que dirige Tobías Martínez tiene claro que su objetivo es Europa, y todo el esfuerzo financiero se situará en las oportunidades que se puedan presentar en este continente. Cellnex, con un respaldo del mercado que ha llevado al grupo a cerrar tres ampliaciones de capital en los últimos dos años, ha invertido más de 25.000 millones en configurar su actual posición.
De esta manera, el gigante estadounidense pasará a competir con con Cellnex en las posibles operaciones que se puedan plantear en el Viejo Continente. Al mismo tiempo, contribuirá a alejar los comentarios sobre el posible establecimiento de un monopolio en el segmento de las torres en Europa, que ya empezaban a aflorar con las últimas operaciones.
Telxius
Ahora, American Tower va a pagar por Telxius unos múltiplos de 30,5 veces el Ebitda, cuando la propia Cellnex abonó un múltiplo en torno a 22 veces en la citada compra de las torres de Hutchison, hace solo unas semanas. Es el precio por establecerse en un nuevo mercado como el europeo. En una conference call con inversores para presentar la operación, el CEO de American Tower, Tom Bartlett, destacó que la operación con Telxius es transformadora y otorga al grupo escala europea.
American Tower va adquirir 12.500 emplazamientos en Alemania y 11.300 en España, junto a otros 7.000 en Latinoamérica. De esta manera, contará con más de 17.000 en Alemania, los citados 11.300 de España, 25.000 en Polonia y 2.500 en Francia. Además, invertirá 500 millones de dólares en construir 3.300 emplazamientos en Alemania y Brasil, hasta 2025. “También complementa nuestro portfolio en Latinoamérica y nos posiciona para un fuerte crecimiento orgánico a largo plazo en ambas regiones”, dijo.
El acuerdo va a unir durante muchos años a Telefónica y American Tower, que mantendrá los cerca de 250 empleos de las filiales de Telxius que adquiere. El grupo estadounidense se convierte en el primer proveedor de Telefónica tanto en Europa como en América Latina, y mantiene su condición de socio en proyectos estratégicos en Brasil, Argentina y Colombia. Por ejemplo, en 2019 cerraron un acuerdo para el despliegue de fibra en distintos estados de Brasil.
Telefónica, que mantendrá los actuales contratos con Telxius, diversifica también sus proveedores de infraestructuras. Entre ellos figura la propia Cellnex, que gestiona torres de Telefónica desde la época en la que todavía se llamaba Abertis Telecom
Impacto en la calidad crediticia
Rating. La venta de las torres de Telxius tendrá un efecto marginalmente positivo sobre la calidad crediticia de Telefónica, según la agencia Moody’s, que señala que no tendrá impacto ni en el rating ni en la perspectiva de la calificación de la operadora. La firma recuerda que, junto a los recursos obtenidos por la teleco con la venta, hay que añadir los pagos de leasing por el uso de las infraestructuras que van a pasar a manos de American Tower.
Operación. Moody’s cree que la transacción favorece a Telefónica, porque obtiene unos múltiplos de 30 veces el Oibda, por encima de la media del sector. Así, recuerda que Hutchison obtuvo unos múltiplos por la venta de sus torres a Cellnex en noviembre pasado de 22 veces. Según la agencia, esta prima se justifica en el coste que tiene que afrontar American Tower para tener una posición sustancial en Europa. Para alcanzar este posicionamiento, el gigante estadounidense tenía que hacer un esfuerzo financiero notable. Igualmente, American Tower estaba interesado en las torres de Telefónica en Latinoamérica, especialmente Brasil.
Sin cambios. Moody’s mantuvo el rating en Baa3, con perspectiva estable, a Telefónica a principios de diciembre por la posición en sus grandes países. La decisión supuso un alivio para el grupo tras la rebaja por S&P, pocos días antes. La agencia advirtió de un aumento de la deuda por las próximas subastas de espectro para 5G. Telefónica siempre ha mantenido su compromiso con el mercado de mantener un rating con grado de inversión “sólido”.