Bankinter suma 4.200 millones en inversión alternativa y prevé llegar a los 8.500 millones en 2022
Tiene en estudio inversiones de unos 1.000 millones de euros
Bankinter está de cumpleaños. Su división Bankinter Investment celebra su primer aniversario como nueva marca del negocio de banca de inversión, una actividad que la entidad lleva desarrollando desde hace ya seis años. Desde diciembre de 2016, esta división ha lanzado 13 vehículos de inversión alternativa y ha captado más de 2.300 millones de euros de capital de clientes de banca privada e institucionales lo que, con el efecto del apalancamiento, asciende a una inversión ya realizada en este tipo de activos de más de 4.200 millones de euros.
En un plazo de dos años, Bankinter Investment tiene como objetivo duplicar las cifras actuales para sumar 3.500 millones de euros movilizados, con una inversión objetivo en torno a los 8.500 millones de euros, según han explicado hoy en rueda de prensa.
Bankinter Investment calcula que este año levantará unos 405 millones, frente a los 811 millones de 2019. La cifra se situó en 654 millones en 2018; en 248 millones, en 2017; y en 197 millones, en 2016.
Según Íñigo Guerra, director general de Bankinter y director de la unidad de Bankinter Investment, “nos hemos convertido en la plataforma líder de la inversión alternativa en España, ofreciendo un servicio diferencial y oportunidades de inversión adecuadas para nuestros clientes en un entorno complejo como el actual”.
Bankinter Investment tiene en estudio proyectos que exigirían una inversión de capital de más de 1.000 millones en 2021, según ha explicado.
Las inversiones a las que ahora se dirigen son en sectores como el inmobiliario, infraestructuras, energía renovable y capital riesgo.
A lo largo de este año, Bankinter Investment ha estructurado y comercializado dos nuevos fondos: la IV edición de Helia Renovables, que invierte en un sector clave en la sostenibilidad del medio ambiente, como son las energías renovables; y Rhea Secondaries, fondo de fondos de capital riesgo que invierte en mercados secundarios de Europa, realizado en colaboración con Access Capital Partners y que actualmente se encuentra en periodo de comercialización.
Además, cuenta con otros vehículos como: tres ediciones anteriores del fondo de capital riesgo Helia Renovables; la socimi Atom, de inversión en activos hoteleros, que cotiza desde 2018 en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB); la socimi Ores, junto a su versión para el mercado portugués (Ores Portugal), centrada en la adquisición y gestión de activos inmobiliarios de tipo comercial y que cotiza en el MAB desde 2017; el fondo de capital riesgo VStudent Aulis, desde 2018, que tiene su foco en las oportunidades de adquisición de suelo, para su posterior desarrollo y gestión, en el segmento de residencias de estudiante; el fondo Titán, desde 2019, que invierte en infraestructuras en el norte de Europa.
Otros vehículos son MVB Fund, un fondo de fondos creado en 2019 que invierte en las compañías tecnológicas de Silicon Valley con mayor potencial y en el que Bankinter tiene como socio al emprendedor e inversor en nuevas tecnologías Martin Varsavsky. Además, cuenta con operaciones singulares en el sector inmobiliario a través de adquisiciones de activos trofeo como el edificio de Plaza Cataluña 23 (Barcelona) y el local comercial localizado en calle Serrano 53 (Madrid).
Rentabilidad
La rentabilidad objetivo para todos los vehículos se sitúa en una TIR que va desde el 6% hasta el 15% en función del vehículo y su tipología de inversión. La entidad ha distribuido a sus inversores un total de 315 millones, de los que 215 millones se han repartido en 2020. La inversión procede de 2.700 inversores, en su mayor parte clientes del segmento de banca privada del banco, pero también socios promotores y la propia entidad que, con un importe de 207 millones de euros.
En un entorno de bajos tipos de interés y alta volatilidad en los mercados, que resulta especialmente complicado para la inversión más tradicional, Bankinter Investment mantiene una propuesta de valor que busca nichos de oportunidad que antes estaban prácticamente reservados a grandes inversores institucionales, en muchos casos extranjeros, para hacerlos accesibles a los patrimonios familiares e institucionales españoles y portugueses, explica la entidad.