El Rey emérito abona 678.000 euros al fisco para regularizar una deuda tributaria
Juan Carlos I abona a las autoridades tributarias la cuantía pendiente de pago más intereses y recargos por el caso de las tarjetas opacas
El rey emérito de España, Juan Carlos I de Borbón, volvió a hacer historia este miércoles, de forma inusitada, al hacer un pago al fisco para regularizar deudas tributarias. En concreto, el exjefe del Estado dio instrucciones a sus abogados para abonar a las autoridades tributarias más de 678.000 euros a fin de afrontar una regularización fiscal en relación a los pagos realizados con tarjetas nutridas con una donación opaca, pues no fue declarada. Al tratarse este impuesto de un tributo cedido a las comunidades autónomas, el pago habría sido realizado al fisco de Madrid, y no a la Agencia Tributaria estatal.
La operación fue comunicada este miércoles por el bufete de abogados Sánchez Junco en una nota en la que detallaba que el rey emérito había “dado instrucciones para que se haga público que, en el día de hoy, ha procedido a presentar ante las Autoridades Tributarias competentes, una declaración sin requerimiento previo”. Como resultado, detallaban, se ha liquidado “una deuda tributaria, ya satisfecha, por importe de 678.393,72 euros incluyendo intereses y recargos”, del 5% por demora y el 20% por saltarse el plazo, respectivamente, lo que daría por saldada la regularización fiscal avanzada el pasado domingo por El País.
La operación no está relacionada con los posibles bienes del rey emérito en el extranjero, sino con el uso de tarjetas bancarias por parte de Juan Carlos I y algunos de sus familiares, entre los que no se encontrarían los reyes Felipe VI y Letizia. Las tarjetas se abastecían de fondos opacos donados por el empresario mexicano Allen Sanginés- Krause, que en la actualidad está siendo investigado por la Fiscalía del Tribunal Supremo.
“El cualquier caso, Su Majestad el Rey Don Juan Carlos, continúa, como siempre lo ha estado, a disposición del Ministerio Fiscal para cualquier trámite o actuación que considere oportunos”, añadían sus abogados, si bien el movimiento podría evitar al monarca emérito la apertura de una causa penal (ver despiece).
Al tratarse el impuesto de sucesiones y donaciones de un tributo cedió a las comunidades autónomas, corresponde a los fiscos regionales su gestión y cobro. Es por este motivo que el pago ordenado por Juan Carlos I habría recaído en las arcas madrileñas, pues las suyas serían las citadas “autoridades tributarias competentes”, y no en las de Hacienda.
El uso de las tarjetas de crédito relacionadas con dicha donación tuvo lugar ente 2016 y 2018, una vez que el monarca había abdicado ya, cediendo el trono a su hijo Felipe VI en junio de 2014. Un paso con el que perdió el privilegio de inviolabilidad que concede la Constitución Española al rey.
A efectos fiscales, el exjefe del Estado, que lleva residiendo desde agosto en Emiratos Árabes, cierra el capítulo de la donación opaca con esta liquidación voluntaria. Queda por ver si acaba siendo investigado por las denuncias de Corinna Larsen, con quien mantuvo una relación íntima, que asevera que el rey emérito tiene fondos en paraísos fiscales y le “regaló” decenas de millones de euros.