Dia aspira a ser rentable en 2021 y descarta dejar de cotizar en Bolsa
El ejecutivo deja la puerta abierta a una ampliación sin derechos antes de que acabe abril
Dia quema etapas en su proceso de transformación. La última, el acuerdo alcanzado con las entidades financieras acreedoras y su primer accionista, Letterone, que contempla la capitalización de 500 millones de euros por parte del propietario y la extensión de los plazos del crédito sindicado de 900 millones y de los bonos que debían vencer hasta 2023 y que ahora lo harán en 2025. “Es un acuerdo muy importante para Dia, podemos poner el foco en el negocio y dejar de preocuparnos por la estructura financiera”, reconoce su presidente ejecutivo, Stephan Ducharme, en un encuentro reducido con medios, entre ellos CincoDías. El objetivo no es otro que volver a ser rentable cuanto antes, sin descartar serlo al cierre de 2021.
La compañía ya trabaja en la elaboración del folleto de la futura ampliación, que espera tener listo en al menos dos meses para que los accionistas del grupo den el visto bueno a la reestructuración antes de que acabe abril. “Esperemos que antes”, dice Ducharme, que prefiere no dar detalles sobre el precio al que se hará la ampliación, ni sobre si incluirá derechos de suscripción preferente o a cuánto ascenderá el peso de Letterone en el accionariado, ahora en un 75%, y que podría alcanzar el en torno del 90%.
La ley le permite ampliar capital sin derechos hasta en un 50% del capital social, si bien para ello debería contar el apoyo de la junta de accionistas. Esta solo ha autorizado al consejo a hacer ampliaciones liberadas por hasta el 20% del capital.
El primer ejecutivo de Dia sí descarta con contundencia una exclusión de Bolsa de la compañía. “La intención es seguir cotizando. No hay ningún plan encima de la mesa en el sentido contrario”. En cualquier caso, el primer ejecutivo de Dia no descarta tomar medidas en un futuro para incrementar la liquidez en Bolsa del valor, como una posible colocación de títulos.
Relación con los bancos
Por lo pronto, el acuerdo anunciado la semana pasada permite a Dia pasar de “una estructura de capital suficiente” a una “óptima”, en palabras de Ducharme, tras una negociación con los bancos diferente a la de hace año y medio, cuando la empresa se jugaba su futuro.
“Ha sido un proceso muy constructivo, de confianza. Quiero agradecérselo a todos, especialmente a Santander, BBVA, SocGen y CaixaBank. Intentamos buscar una solución global que fuera buena para todos”, sostiene Ducharme, para quien el buen desempeño mostrado en los nueve primeros meses de 2020, con las primeras mejoras de ventas en tres años, ha ayudado a fomentar esa confianza. “Vieron cómo reaccionamos ante la crisis del Covid-19. Todo ayuda”, dice.
Muestra de ese cambio en la relación con los bancos es la asunción por parte de Dia de prolongar el vencimiento de los bonos de 2023 hasta 2026, pese a incrementar con ello el cupón de manera ostensible. Que los bonistas no cobraran antes que los bancos era una vieja petición de Ana Botín, que estuvo a punto de llevar al grupo al concurso de acreedores en 2019.
Encarrilado todo el aspecto financiero, el siguiente paso de Ducharme es acelerar la aplicación del plan de negocio con la aspiración de que Dia vuelva a ser rentable cuanto antes. “Vamos en la buena dirección para serlo en 18 meses”, explica el ejecutivo, sin descartar serlo antes. “Estoy presionando al equipo. Lo primero es la venta: cuanto más crezca más fácil será llegar a un beneficio”, dice Ducharme.
Más ventas
Dia prevé cerrar 2020 con unas ventas netas de hasta 6.600 millones, y crecer un 7% en 2021, lo que le permitirá recuperar la barrera de los 7.000 millones. Más frescos, más marca propia, una red de tiendas remozada y un nuevo modelo de franquicia son las claves. “No estoy garantizando que el año que viene acabemos en beneficio, pero progresamos en la buena dirección”. Para eso será imprescindible que Brasil y Argentina dejen de generar pérdidas. Solo por cuestiones cambiarias ambos han generado un impacto negativo de 90 millones este año. “Trabajamos para reducir el impacto directo, por ejemplo el crédito que está en estas divisas”, reconoce el ejecutivo.
La transformación de la red es el siguiente gran paso. En 2021 tocará testar nuevos modelos de tienda, para lo que prevé invertir alrededor de 180 millones, aunque el acuerdo con la banca permite a Dia tener algo más de margen. “No veo que hoy tengamos limitaciones de hacer lo que queramos hacer, siempre dentro de un equilibrio entre ebitda y capex”, resume Ducharme.
Lo que parece descartado es que Dia recupere el pago de dividendos a su accionista principal, Letterone, que ha invertido más de 2.000 millones. “Tengo la confianza de tener un accionista a largo plazo”, dice Ducharme en un castellano cada vez más depurado. Ha confirmado que los bancos han reclamado un veto explícito sobre el dividendo. “Creo en los acuerdos. No nos molesta”.
Ducharme: “Mi etapa en Dia concluye al terminar el plan de transformación”
El actual presidente ejecutivo de Dia, Stephan Ducharme, reconoce que su etapa al frente del grupo tiene caducidad. En concreto, la conclusión de lo que el ejecutivo llama la “segunda fase” de la transformación del grupo, en la que ahora está embarcado.
“Cualquier empresa tiene sus ciclos. Ahora estamos en la fase dos, pero se van abriendo y cerrando etapas todo el tiempo en cada mercado. Para mí es muy importante concluir el plan de transformación. Estoy aquí porque me lo pidió el primer accionista, y mi trabajo es terminar ese trabajo junto a todo el equipo”, dice Ducharme.
La primera fase, iniciada a la conclusión de la opa que dio a Letterone la mayoría accionarial de Dia, se dio por terminada en mayo pasado, una vez el grupo de supermercados volvió a crecimientos de ventas y completó su reestructuración interna. Con ella concluyó la etapa del entonces consejero delegado, Karl Heinz Holland, y del grupo de directivos con pasado en Lidl que llegaron con él.
Ahora, Ducharme liga su permanencia en Dia a la conclusión de ese plan para la que, de momento, no hay una fecha concreta. En 2023 la empresa quiere tener concluido el proceso de renovación de su red, que incluye reformas, reubicaciones, cierres y aperturas de tiendas y que será uno de los últimos pasos en la construcción de la nueva Dia. “Es muy importante que Dia no dependa de una persona. Estamos construyendo una cultura de equipo y de equipos, con un comité de dirección de ocho miembros que pronto volverá a ser de nueve y donde cada uno tiene su papel. El mío acaba con ese plan de transformación”, insistió Ducharme.
Ese noveno miembro del comité directivo será el nuevo director financiero, aún por nombrar tras la marcha de Enrique Weickert. “Esperamos anunciarlo muy pronto”, anticipa Ducharme.