La guerra de las comisiones llega a los planes de pensiones
Los bajos tipos de interés y los nuevos jugadores meten presión sobre los precios
Pero, ¿de cuánto estamos hablando? Hoy por hoy, el 58% de los planes de pensiones está cobrando el máximo legal permitido por la ley. Esto es: un 0,95% en los planes más conservadores, un 1,5% en los planes mixtos y un 1,7% en los planes de Bolsa. Estas cifras incluyen la comisión de gestión y la de depositaría. Pero no otros gastos corrientes. "En Suecia, las comisiones que se aplican en productos similares son del 0,8% y en Reino Unido todavía más bajas", explicaba Antolín.
El sector financiero se defiende argumentando que el tamaño de este mercado es relativamente pequeño en España, cuando se compara con otros países, y que las comisiones en los planes de pensiones de empleo (promovidas por parte de empresas o administraciones públicas) son mucho más bajas. Lo cierto es que el Gobierno quiere cambiar esta dinámica, asestando un duro golpe a la desgravación fiscal que hay en las aportaciones a planes privados individuales y tratando de promover los planes de empleo, para que se pueda acceder a comisiones mucho más baratas.
Nuevos jugadores
Además, en los últimos años han surgido varias firmas independientes, como Indexa Capital, Finizens, Finanbest o InbestMe, que han lanzado al mercado planes de pensiones con comisiones muchísimo más bajas que las que cobran los bancos en estos productos para la jubilación.
Esta guerra de las comisiones, unida al largo periodo de bajos tipos de interés, ha obligado a la banca a mover ficha y a empezar a lanzar planes con gastos menores. Bankinter, por ejemplo, puso en marcha la gama de planes de pensiones de bajo coste con la marca Popcoin.
ING, por su parte, no cobra comisiones de depósito y sus gastos totales son un 22% más baratos que los topes legales.
En las últimas semanas, Finizens ha anunciado una nueva vuelta de tuerca en su política comisiones, para llegar a ofrecer el plan de pensiones "más barato del mercado". La firma aplicará unas comisiones de gestión y de depositaría que, en total, sumarán un 0,45%. El mismo precio que Indexa. Pero, además, quiere reducir los gastos internos del plan (por la compraventa de activos subyacentes, por ejemplo), hasta que sea solo un 0,01%. Su objetivo es que los costes totales del plan, incluyendo los gastos corrientes, sean del 0,54%.
Los otros gastos
Los planes de pensiones, además de los cargos que cobran al partícipe en forma de comisión de gestión y depositaría, tienen otros gastos corrientes: por el corretaje de activos, gastos legales, de comercialización, regulatorios... Es una partida un tanto oscura.
En el caso de Indexa, a los 0,45% de comisión y depositaría, se suman otros 0,22% de gastos corrientes. Aquí también se incluye el coste que tienen los fondos indexados en los que invierte el plan de pensiones (uno de Vanguard para acciones globales, otro de Nomura para acciones de Japón...). En el caso Finizens, esa partida de otros gastos y gastos corrientes acabará el año "alrededor del 0,18%", apunta el consejero delegado de la firma, Giorgio Semenzato.
En resumen, los planes más baratos del mercado pueden tener unos costes totales de entre el 0,63% y el 0,67%. En el caso de los planes de bancos es más difícil de saber los costes totales, porque no desglosan ese capítulo de gastos corrientes, pero "en los casos de los planes de Bolsa los costes totales llegan a superar el 2% anual", explican fuentes del sector.
Analizando las comisiones básicas de los 26 mayores planes de pensiones de España (aquellos que tienen un patrimonio de más de 500 millones de euros), se puede observar que la inmensa mayoría se ajustan al milímetro a los máximos marcados. Lo que indica que el grado de competencia en precio todavía es bajo.
Así, los planes de Bolsa como el Caixabank Tendencias o el Caixabank Renta Variable Internacional, aplican una comisión del 1,7%. Los mixtos (con Bolsa y bonos) como el Mapfre Mixto o el BBVA Plan Individual, cobran un 1,5%. Y los de renta fija, entre un 0,95% y un 1,0%.
Planes del Gobierno
El ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá, ha presentado un proyecto para reformar los planes de pensiones. Considera que los individuales cobran comisiones muy altas, por lo que el beneficio de las desgravaciones fiscales "acaba revirtiendo directamente en las entidades comercializadoras", según se recoge en un documento elaborado por el Ministerio.
El plan Escrivá, como ya se lo conoce en el sector, es bajar el límite de aportación anual a 2.000 euros en los planes individuales, frente a los 8.000 euros de la actualidad. En los planes de empleo, el trabajador podría aportar 2.000 euros y la empresa otros 8.000 euros, con lo que se podría llegar, teóricamente, hasta los 10.000 euros. El Gobierno quiere que se generalicen los planes de empleo, de modo que puedan acceder a los mismos también los trabajadores de pymes y los autónomos.
"La gente sigue interesada en los planes de pensiones, y durante los últimos meses de pandemia hemos visto cómo crecían las aportaciones", explican desde Ibercaja. "Si al final bajan el tope de aportación a 2.000 euros anuales, recomendaremos a nuestros clientes que busquen otras fórmulas de ahorro, como los fondos de inversión o los seguros de vida-ahorro", reconocen.
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