Galán no entiende que se hagan subastas “cuando hay disposición a invertir”
No descarta participar en las que se van a celebrar en España
El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, aseguró ayer en la conferencia para la presentación de su plan estratégico 2020-2025 que la compañía decidirá si participa o no en las próximas subastas de renovables en España, dependiendo de las condiciones, aunque consideró que el Gobierno no tiene por qué asumir ese compromiso, cuando hay disposición a hacer inversiones.
En este sentido, comentó que el Gobierno dicta la política y “a nosotros nos corresponde decidir si seguimos adelante”, aunque puntualizó que “probablemente seguiremos adelante”. Iberdrola no participa en todas las subastas, solo en algunas de ellas, con un éxito del 70%.
Para las renovables, la compañía utiliza distintos caminos, como los contratos a largo plazo o PPA, “que hemos firmado con importantes empresas como Google o Amazon”, las subastas o el mercado. Sobre la irrupción de la nueva competencia en el mercado eléctrico, como las petroleras, el presiente de Iberdrola le dio “la bienvenida” y le deseó “que en los próximos años aprendan tanto como nosotros en 120 años”, ironizó.
Para materializar su nuevo plan, Iberdrola parte con una de las carteras renovables más grandes de la industria: 70,5 GW distribuidos por sus áreas tradicionales (reforzadas este año y con nuevos mercados como Australia, Japón y Suecia) y principales tecnologías: 30,7 GW fotovoltaicos; 20,2 GW eólicos marinos, y 16,3 GW terrestres. En la actualidad, la compañía avanza en la construcción de 7 GW y tendría hasta 11 GW en ejecución en 2025.
Las redes siguen considerándose un factor clave en la electrificación de la economía y dinamización de los territorios. Y, así, junto a las renovables, en el modelo y estrategia de Iberdrola continuarán teniendo gran peso los activos regulados. La energética destinará un 40% de sus inversiones orgánicas a redes (más de 27.000 millones), con las que situará la base de activos regulados del grupo en 47.000 millones en 2025, 1,5 veces su valor actual. Esta cifra incluye inversiones en redes, que alcanzarán los 4.000 millones.
La progresiva electrificación de los usos energéticos permitirá a Iberdrola aumentar su base de clientes. Al final de 2025, la compañía elevará a 60 millones los contratos con clientes en el mundo, frente a los 42 millones a cierre de 2019.
Pese al ritmo inversor sin precedentes para los próximos años, Iberdrola prevé mantener sus calificaciones crediticias en niveles BBB+/Baa1 y sus ratios de deuda actuales, soportados por su capacidad de generar mayores flujos de caja. La sociedad mantiene una fuerte diversificación de sus fuentes de financiación, que le permiten un acceso cómodo a diferentes mercados. Cuenta con una liquidez entre los 15.000 millones y los 22.000 millones de euros. Iberdrola se ha convertido en el mayor emisor de bonos verdes del mercado. Más de un 60% de la financiación se basan en este tipo de deuda y “los eurobonos seguirán siendo la principal vía de financiación”, indicó ayer el director financiero de Iberdrola, José Sainz Armada.