Cómo afecta el resultado a las empresas españolas
Las firmas de energías renovables miran con esperanza los planes de Biden
Los mercados han vivido toda la semana pendiente del resultado de las elecciones americanas. Después de una batalla muy reñida y en la que el voto por correo ha sido decisivo, el demócrata Joe Biden se alza con la victoria. Con 279 votos a favor y tras haber ganado en Pensilvania, las esperanzas de Trum por la reelección se han esfumado. Biden, será el inquilino de la Casa Blanca los próximos cuatro años, un resultado que se sitúa en línea con los sondeos, pero que en las primeras horas tras el cierre de las urnas llegó a ponerse en duda. El desenlace de la campaña electoral marcada por la pandemia es decisivo para el futuro de muchas cotizadas y las españolas no son una excepción. Para un puñado de miembros del Ibex 35, el mercado estadounidense representa más del 20% de la generación. A cierre de 2019, las nueve cotizadas españolas con mayor exposición a EE UU elevaron su cifra de negocios hasta los 45.983,5 millones en este mercado.
Las empresas vinculadas al sector de la energía son las más afectadas por la victoria de uno u otro candidato. Joe Biden, un firme defensor de la transición energética, recogía en su programa electoral una inversión cercana a los dos billones de dólares para impulsar el cambio hacia las energías limpias. Con su victoria cotizadas españolas como Iberdrola, Siemens Gamesa o Acciona podrían verse favorecidas y ampliar su cartera con la adjudicación de nuevos contratos. Un mes antes de conocerse el desenlance de la campaña la empresa que preside Ignacio Sánchez Galán había hecho una apuesta decidida por el mercado estadounidense. En la pasada presentación de resultados Iberdrola anunció la compra de estadounidense PNM Resources. Su en Avangrid (filial estadounidense) supondrá la creación de una de las mayores compañías del sector norteamericano con activos cercanos a los 33.700 millones de euros. Según los expertos el impacto del Covid se podría compensar por una regulación energética más favorable con la victoria de Biden, por lo que el peso real del país en las cuentas del grupo está más próximo al 20%.
El triunfo del demócrata, que en su último debate electoral aseguró que acabaría con el fraccking, supondría un golpe para las petroleras, firmas que en los últimos meses se han visto afectadas por la caída de los precios del crudo. Una de las cotizadas españolas más afectadas por estas medidas es Repsolsería la mejor posicionada. En los últimos años la petrolea se ha situado en la diana de las amenazas de Trump por su actividad en Venezuela, pero su reelección sería un balón de oxígeno para el negocio de la compañía que en 2019 generó en 6.7% de sus ingresos en el mercado estadounidense. En los últimos cuatro años la Administración republicana ha dado marcha atrás a las políticas energéticas de su antecesor, alentando al uso de la energía nuclear y de los combustibles fósiles.
Ambos candidatos han defendido en su carrera hacia el despacho oval un programa de infraestructuras para mejorar las dotaciones del país, pero es Biden el más ambicioso. Aquí ACS y Ferrovial serían las firmas que podrían sacar más partido. Para la empresa que preside Florentino Pérez Norteamérica generó el año pasado el 49% de las ventas. Se trata de un mercado importante en término de crecimientos pues su margen de mejora anual oscila entre el 5% y el 10%, una tendencia que es de espera que mantenga con una cartera de pedidos solo en EE UU de 28.000 millones, el 37% del total. Entre los últimos proyectos logrados por ACS está la ampliación del aeropuerto internacional de San Diego, un adjudicación de 2.000 millones.
Para Ferrovial, que gestiona seis autopistas en EE UU, las previsiones de crecimiento en el mercado estadounidense para próximos años son optimistas. Pero esta no es su única fortaleza. Los expertos señalan además que las concesiones logradas en el país son a largo plazo, lo que garantiza su continuidad. La empresa de los del Pino se vería favorecida gana quién gane, pero es el candidato republicano, defensor de las infraestructuras clásicas, el que más contribuiría a la participación de la empresa en nuevos proyecto.
En el terreno de política comercial las diferencias entre los candidatos son notables aunque es cierto que ambos comparten su ambición por frenar el ascenso de China a la cima de la economía mundial, único punto de unión entre republicanos y demócratas. No obstante, el cambio de manos en la presidencia ayudará a rebajar las tensiones comerciales con el gigante asiático así como con Europa. Los grandes beneficiados por la victoria de Biden son los fabricantes de automóviles y de componentes para la industria del motor. Las amenazas a las compañías europeas que operan en este sector ha sido una constante en los últimos años. La victoria demócrata es vista con esperanzas por compañías como CIE Automotive o Gestamp pues Trump mantiene su amenaza de elevar hasta el 25% los aranceles a los vehículos europeos.
Más allá de las empresas relacionadas con el sector automovilístico, otras compañías que podrían sacar partido de las mejora de las relaciones comerciales entre EE UU y el Europa serían las empresas vinculadas al consumo como Ebro Foods y Deoleo, ambas con intereses en el mercado norteamericano. Sonados han sido en los últimos años los arenceles impuestos por Trump a productos de alimentación como la aceituna negra.
Pero en la guerra arancelaria no solo ha habido perdedores. Además de haber beneficiado a las compañías americanas, favoreciendo el consumo de productos nacionales, también ha servido de impulso firmas españolas como Acerinox que ha sabido sacar partido de las restricciones a la importación de acero de China y México. Para la siderúrgica española el peso del mercado estadounidense no ha parado de crecer y las estimaciones de los últimos trimestres señalan que el 50% de los ingresos tienen su origen en EE UU. Los expertos esperan que aunque con Biden las tensiones arancelarias bajen de tono, se mantengan las medidas que limitan la importación de productos procedentes de China.
Dentro del sector bancario Santander y BBVA son las entidades españolas con mayor exposición a EE UU, mercado que representa el 15,39% y el 13,13% de los ingresos respectivamente. Con independencia del ganador, el negocio de las entidades continuará estando sujeto a la evolución de la política monetaria, que como se ha desprendido de la pasada reunión de la Fed y el BCE es de esperar que los tipos de interés sigan bajos durante un largo periodo de tiempo. Además ambos organismos ha reafirmado su compromiso con la recuperación y el mercado descuenta que en las reuniones de diciembre anuncien más medidas.
A las dificultades que atraviesa el negocio bancario fruto de la crisis desatada por la pandemia, en los próximos meses se unirá un nuevo obstáculo. La mayor regulación que propone Biden y el alza de los impuestos podrían traducirse en mayor presión para los márgenes. El demócrata es partidario de endurecer las leyes para dotar de mayor transparencia al negocio bancario y profundizar en la ley Dodd-Frank, que divide las funciones de los bancos comerciales y la banca de inversión. No obstante, esta medida no afecta a las entidades españolas que operan como banca comercial.
En materia sanitaria la empresa de hemoderivados Grifols es la que cuenta con mayor exposición. El triunfo de Biden es vista como una puerta abierta a la vuelta del programa de sanidad pública aprobado por Barack Obama. El Obamacare, nombre con el que conoció a este proyecto, podría derivar en una mayor demanda de los productos farmacéuticos. No obstante, lo que más marcará el negocio y evolución en Bolsa de la compañía española es la crisis sanitaria y más teniendo en cuenta que uno de los tratamientos más efectivos son las trasfusiones de plasma de pacientes que han superado el virus, una actividad en la que Grifols tiene experiencia.