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Cuentas trimestrales

CaixaBank gana un 42% menos y prevé un 2021 “difícil”

Ha destinado 1.161 millones a provisiones extras por el Covid, pero el consejero delegado asegura que “lo peor está por venir”

Una de cal y otra de arena. CaixaBank, como les ha ocurrido a BBVA y Banco Sabadell, las tres entidades que el viernes presentaron resultados de los nueve primeros meses del año, anunció una cuenta de resultados del tercer trimestre mejor de lo previsto por el mercado. Pero la segunda oleada del coronavirus ha vuelto a tender un velo de incertidumbres sobre la economía, que repercutirá directamente en los resultados de las entidades financieras.

CaixaBank cerró septiembre con un beneficio atribuido acumulado en el año de 726 millones de euros, un 42,6% menos respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, tras realizar en estos nueve primeros meses una provisión extraordinaria de 1.161 millones por el Covid. De ellos, 1.155 millones los dotó en el primer semestre, mientras que en este tercer trimestre solo ha provisionado por la pandemina otros seis millones. De julio a septiembre, la entidad ganó 522 millones.

Los resultados del tercer trimestre recogen los 109 millones destinados a las prejubilaciones acordadas en febrero para 229 empleados, pero no incluyen el registro de la plusvalía por la venta del 29% de Comercia, que asciende a 420 millones, al haberse formalizado la operación a principios del cuarto trimestre.

Pese al confinamiento de marzo a junio, la entidad ha alcanzado un volumen de negocio (créditos+recursos) de enero a septiembre de 646.299 millones de euros (+5,7%), la cifra más alta desde la creación de CaixaBank, explica el banco. Esto se debe al crecimiento en 34.607 millones en el año, de los que 2.668 millones corresponden al tercer trimestre.

El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, admitió sentirse “sorprendido” con el buen nivel de actividad en el negocio hipotecario que ha registrado CaixaBank y otros bancos españoles en el tercer trimestre explicado en parte por un efecto de acumulación de operaciones por el parón del segundo trimestre por el confinamiento.

Gortázar, de cualquier forma, pidió esperar un poco para confirmar si se trata de una tendencia, aunque no es un caso aislado de España. “En otros países se están produciendo subidas de precios en una actividad que por la incertidumbre actual no acabamos de entender”, declaró Gortázar. Los ingresos core de CaixaBank, aquellos derivados de su actividad principal (margen de intereses, comisiones netas e ingresos por seguros) se mantienen estables y bajan un 0,7 % hasta septiembre, hasta los 6.158 millones.

El margen de intereses asciende a 3.647 millones, un 2% menos que un año antes debido, según la entidad, al descenso de los ingresos de los préstamos por una disminución del tipo de interés aplicado, vinculado en parte al incremento de la concesión de créditos ICO, a la reducción de los ingresos procedentes del crédito al consumo y al descenso de la curva de tipos. El margen bruto, por su parte, cae un 5,3%, hasta los 6.260 millones, por la reducción del resultados de operaciones financieras (-36%) y los menores ingresos de la cartera de participadas. (-36%), dividendos (-40%, lastrados por Telefónica).

El crédito a la clientela bruto supera los 241.800 millones de euros, con un crecimiento del 6,4%, debido sobre todo al aumento del crédito a las empresas.

El papel de los fondos

Gortázar desveló que “muchos fondos en Europa” que invierten en compañías que pagan dividendos y así lo tienen recogido en sus estatutos, de forma que “han tenido que salir del sector bancario” a raíz del veto aplicado por parte del Banco Central Europeo. “Yo creo que esto no es bueno”, avisó.

El banquero consideró “lógico pensar en el pago de dividendos menos elevados, pero no en llevar a todo el sector a cero”, ya que el “dividendo es algo necesario para una entidad”. “Una empresa que no paga dividendos nunca, pues no valdría dinero, porque inviertes y nunca sacas nada”, se quejó.

Gortázar cree que la tasa de morosidad actual de la entidad es ahora “un espejismo”, porque incluso caen los saldos dudosos, pero que el año que viene se dará “un incremento de morosidad importante”, aunque no “catastrófico”, a raíz de la crisis.

La morosidad de la entidad se sitúa ahora en el 3,5%. Pero auguró que al cierre de este año la mora “va a seguir estando por debajo del 4%”, pero pronostica que 2021 va a ser un año “difícil”, ya que “los problemas están por venir”. De ahí que CaixaBank haya hecho una provisión extraordinaria de 1.161 millones de euros para paliar el impacto de la pandemia, que el ejecutivo ha considerado por ahora suficiente, pero que no ha descartado revisar “al alza” si fuera necesario.

Gortázar afirmó que la entidad ha querido constituir esa “hucha” en previsión del deterioro futuro de la morosidad, pero que dentro de tres meses se “reevaluará ese cálculo”.

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