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Ser 'influencer' es rentable, pero te puede costar tu relación de pareja

¿Irías a una isla a conocer a otra pareja solo para hacerte un nombre en redes sociales?

Isla tropical.
Isla tropical.Unsplash

Cinco parejas viajan hasta una isla tropical y, allí, tendrán que demostrar ante las cámaras que su amor y fidelidad es tan fuerte que puede resistir la presencia de algunas tentaciones, que buscarán romper como sea esa relación. Un riesgo que algunos deciden correr a pesar del daño que puede provocarles una situación así aunque, ¿cuál es la razón para que se decidan a exponerse ante una experiencia así?

Este es, más o menos, el argumento de un famoso reality que triunfa en televisión. Una isla de las tentaciones donde parejas ya establecidas flirtean con el peligro de romperse para siempre. ¿Qué hay detrás? ¿Un motivo económico? ¿Fama y éxito en redes sociales a partir de ese momento? Desde la empresa Binfluencer creen que hay mucho de eso, aun a costa de que a algunos concursantes regresen del paraíso "compuestos y sin novia (o novio)".

Poco por participar, mucho por rentabilizar

Esa es, más o menos, la fórmula que espera a los concursantes de este reality que, según la empresa que realiza este interesante estudio, no cree que sea el dinero que van a recibir al mes por su participación lo que de verdad les atraiga ya que esa cantidad apenas se sitúa en los mil euros. Otra cosa es lo que pueda ocurrir con sus redes sociales, que sí verán una explosión posterior a medida que evolucione su protagonismo en el programa, que podría verse multiplicado entre 25 y 100 veces por encima del crecimiento que experimenta un influencer medio.

Evolución de los 'likes' y comentarios de un concursante tras entrar en LIDLT.
Evolución de los 'likes' y comentarios de un concursante tras entrar en LIDLT.Binfluencer

Un caso de ejemplo podría ser el de la concursante Melodie Peñalver, de esta segunda edición del programa, que ha pasado de tener un perfil en redes completamente desconocido a alcanzar más de 600.000 en apenas unas horas. Eso, traducido a ingresos, significa que esa progresión le permitiría cobrar cerca de 1.931 euros por cada post publicitario que suba a su cuenta de Instagram. ¿Os parece poco? Melyssa Pinto, que ya tenía cierto nivel dentro de la misma red social, incrementó exponencialmente sus followers hasta superar los 880.000: el retorno que puede esperar por un post publicitario asciende hasta los 3.100 euros y 800 por story.

Para confirmar esta tendencia, solo hay que analizar lo ocurrido con algunos de los concursantes de la primera edición de LIDLT, cosa que también hacen desde Binfluencer: Susana Molina, que "ha cuidado su imagen y contenido; participando en numerosas colaboraciones con marcas y otros influencers del sector", ha logrado encontrar un hueco como una influencer de referencia y sus más de 988.000 seguidores le permiten obtener unos ingresos estimados por post publicitario de 4.247 euros, 1.104,22 para el caso de las stories.

Sin embargo, la expareja de Susana, Gonzalo Montoya, obtuvo muy buenos datos en su cuenta de Instagram mientras estuvo la primera temporada de LIDLT en antena, resintiéndose posteriormente con una reducción de cerca de 34.000 seguidores: pasó de tener en junio casi 510.000 a 476.000 en agosto de este año, aunque la llegada de la segunda edición le ha devuelto parcialmente a la actualidad. Todo, gracias a que es muy activo en Instagram comentando lo que ocurre en la isla a través de sus historias. Con todo lo anterior, su potencial económico es, actualmente, de 2.147 euros por post patrocinado y de 558,22 por story. Analizando estos datos, ¿pondrías en riesgo tu relación de pareja por convertirte en influencer?

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