Axesor subraya la alta morosidad con la que nacerá la nueva CaixaBank
Considera que la fusión no afectará a la fuerte competencia del sector
Tras la fusión de Bankia y CaixaBank, el grado de concentración bancaria en el sector financiero español se sitúa “holgadamente” por encima de la media de la Unión Europea, según explica Axesor Rating. Pese a esta concentración, la firma cree que la operación no reducirá “la competencia en el sector bancario ya que consideramos que el grado de concentración todavía se encuentra en rangos moderados, a lo que se une la presencia de actores no bancarios que compiten en algunos servicios financieros con la banca tradicional”.
La cuota de mercado de la gran banca en España, compuesta por Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia y Banco Sabadell, sumaba al cierre de 2019, alrededor del 70%, mientras que la media europea era del 60%, medido según el porcentaje de activos de estos bancos. En 2011, era menor al 50% en España, frente al también 60% de cuota en el resto de Europa.
Axesor valora positivamente esta operación de fusión por absorción de Bankia por parte de CaixaBank por la potencial mejora “que esperamos observar en la rentabilidad de la entidad resultante como consecuencia del aprovechamiento de sinergias que derivará en un ahorro en costes, a la mayor dimensión que facilita la inversión en tecnología, al moderado perfil del riesgo de la entidad resultante y la complementariedad de los puntos fuertes y débiles de ambos bancos”.
Pese a ello, la firma subraya que la operación “no aumenta la diversificación geográfica dentro del territorio nacional” y aminora el escaso peso del negocio fuera del mercado doméstico, procedente de BPI en Portugal.
Axesor también destaca las altas tasas de morosidad de la entidad resultante, por encima de la media del sector. Y que aumentará en el conjunto de la banca debido al deterioro del mercado doméstico una vez que la batería de medidas por parte de Gobiernos pierda fuelle. En este último apartado, CaixaBank contaba a cierre del primer semestre con un 10,8% de su cartera hipotecaria sujeta a moratoria y un 6,4% en el caso de Bankia. De acuerdo con las entidades, alrededor de un 3% del conjunto de las moratorias no han reanudado los pagos.
El nuevo banco contará con una cartera crediticia equilibrada y un perfil de riesgo moderado. Así, según datos a cierre de 2019, la nueva entidad repartiría sus préstamos en un 46% al segmento hipotecario, 34% al corporativo (con una exposición limitada a pymes en el entorno del 15% del total) y un 6,5% en préstamos al consumo.