Bridgepoint ultima la venta de su negocio de aguas a Antin por cerca de 700 millones
El fondo británico retendrá una participación en Miya; el objetivo es dar entrada a un socio para potenciar su expansión
Bridgepoint ya tiene ganador en la puja por Miya, su negocio en la gestión de aguas. El fondo británico, que retendrá parte de las acciones de esta compañía, ultima la venta de la otra parte al fondo francés Antin, según indican fuentes financieras a CincoDías. La operación valora a la compañía en algo menos de 700 millones de euros. Bridgepoint se atreve con su segunda operación de calado en España en plena pandemia del Covid-19.
En un momento en el que la actividad de fusiones y adquisiciones ha quedado prácticamente reducida a cero en muchos sectores, aprovecha un sector por el que los inversores aún mantienen apetito, el de las infraestructuras. Ante las caídas en Bolsa y el encefalograma plano en los bonos, los inversores buscan activos, como los gestores de concesiones de agua, que les garanticen un caudal de ingresos prácticamente blindado.
Así, el fondo encomendó a Citi la venta de este activo, tan solo un año después de haberla adquirido. Miya fue fundada en 2008 por el grupo Arison Group, propiedad de la mujer más rica de Israel, Shari Arison.
La operación recibió múltiples muestras de interés. Tanto es así que, ya antes de verano, seleccionó cinco pujas para que avanzasen hasta la fase final. Estas fueron las de Antin, EQT (a través de su participada francesa Saur, dedicada al mismo negocio que Miya), BlackRock, KKR y Aqualia, propiedad de FCC y del fondo IFM.
Finalmente, y a falta de que se cierren los últimos flecos, todo apunta a que el fondo francés Antin se ha impuesto en la subasta. La fuentes consultadas indican que la oferta fue la más superior desde el principio. Y así se ha terminado imponiendo.
Justo antes del verano, Bridgepoint cerraba otra importante desinversión en España. Acordó la venta de su negocio de fertilizantes, Rovensa (antigua Sapec), al fondo Partners Group por cerca de 1.000 millones. Esta fue también una operación muy disputada –coordinada por HSBC y JP Morgan– en la que participaron Pamplona Capital, Pai Partners, Invivo y AEA.
La tercera pata de Bridgepoint en España –un mercado por el que mantiene el interés y apetito desde que desembarcó en los años 80– es Dorna. Se trata del dueño de los derechos audiovisuales de competiciones de motociclismo como MotoGP. En este caso comparten el accionariado con el fondo de pensiones de Canadá, CPPIB, tras haber decidido el año pasado rotar su participación a uno de sus nuevos fondos, pese a haber recibido ofertas de CVC o KKR.
Resultados
Miya ganó por su negocio en España 300.780 euros en 2017, mientras que ingresó 1,17 millones en ese mismo periodo, según sus cuentas depositadas en el Registro Mercantil y consultadas a través de Insight View. Esto es solo una pequeña parte de su negocio, que consolida en una sociedad luxemburguesa. Fuera del cómputo queda su actividad internacional, especialmente preponderante.
Destaca su fuerte presencia en Portugal, donde es el operador privado líder en los suministros públicos. También está presente en países como Brasil, Bahamas, Jamaica, Filipinas, Angola, Botsuana y Sudáfrica.
Una actividad en auge
Infraestructuras. Todos los expertos consultados coinciden en reseñar que las infraestructuras protagonizarán buena parte de las operaciones corporativas de los últimos meses del año. En un momento de una inestabilidad total, los inversores buscan precisamente aquellos activos que garanticen un flujo de ingresos constantes, se vuelva a parar la economía o no. Entre ellos destacan la energía, las renovables o las telecos. Pero, fundamentalmente, aquellos vinculados con la gestión de residuos y con el agua. Tanto es así que Veolia ha lanzado una opa sobre el grupo francés Suez, quien a su vez se plantea la venta de Aguas de Barcelona (Agbar) por unos 3.000 millones.