Continental ha anunciado que endurecerá su programa de reducción de costes con el fin de ahorrar más de 1.000 millones de euros brutos al año a partir de 2023.
El fabricante de neumáticos y componentes automovilísticos alemán ha informado este martes en Hannover (Alemania) de que su plan de reestructuración afectará a más de 30.000 empleados directos en todo el mundo, de ellos unos 13.000 en Alemania y otra gran parte en países que también tienen costes laborales elevados.
El 90% de los ajustes previstos debería completarse para el 2025. Hasta ahora la compañía alemana había dicho que el plan de ahorro sería de 500 millones de euros anuales y afectaría a unos 20.000 empleados.
Continental, que no espera que la producción automovilística vuelva a los niveles anteriores a la crisis de 2017 antes de 2025, comenzó en 2019 un programa de transformación y de reducción de costes para asegurar su viabilidad y fortalecer su competitividad a largo plazo.
La multinacional cerrará o reubicará las fábricas y operaciones donde los costes son muy elevados, donde las tecnologías se han vuelto obsoletas o donde las capacidades de producción no se pueden usar de forma rentable a medio y largo plazo.
El consejero delegado de Continental, Elmar Degenhart, ha señalado que "la industria automovilística afronta en estos momentos desafíos enormes y que no ha tenido una crisis mayor y más severa en los últimos 70 años".
Esta crisis afecta especialmente a los proveedores de componentes como Continental, que durante una década ha crecido de forma rápida y rentable y ha aumentado su plantilla en línea con el modelo de crecimiento de la industria automovilística. Ahora la empresa debe adaptarse a la transición del motor de combustión hacia el eléctrico y lograr crecimiento con las nuevas tecnologías.
La nueva estrategia de Continental unirá las tareas de producción, investigación y desarrollo en las fábricas más competitivas en todo el mundo.