Enatcar sale de pérdidas y gana 11,7 millones en 2019

La filial de Alsa obtiene el mayor resultado de la última década

Autobús de Alsa en una imagen de archivo.

Enatcar, la firma de transporte filial de Alsa, logró cerrar en positivo su último ejercicio después de las pérdidas de 4,3 millones de euros registradas en 2018. Según reflejan sus cuentas, depositadas recientemente en el Registro Mercantil, la compañía de movilidad ganó 11,7 millones, lo que supone su mejor resultado desde 2009, cuando obtuvo un beneficio de 10,4 millones.

Desde ese año el resultado fue cayendo progresivamente hasta que en 2016 registró números rojos por primera vez en esta década (-4,3 millones). En 2017 recuperó los resultados positivos (4,9 millones) y en 2018 volvió a las citadas pérdidas de 4,3 millones hasta que en su último ejercicio logró el beneficio de 11,7 millones.

De esta cantidad, la compañía entregó un dividendo de 10 millones de euros, lo que supone el primer dividendo en cinco años.

Por otro lado, en 2019 Enatcar logró una facturación de 31,8 millones, un 6,6% inferior al ejercicio anterior. Esta caída se vio compensada gracias a los ingresos financieros procedentes de participaciones en empresas del grupo y asociadas que aportaron 18,8 millones frente a los 2,7 del año anterior. Además, la compañía reflejó un fondo de comercio positivo de 40 millones derivado del proceso de fusión entre Alianza Bus y Grupo Enatcar así como por la aportación y posterior fusión ce Salbus Oeste Zamorano y Alsa Peninsular.

La principal fuente de ingresos de Enatcar es la explotación de las concesiones administrativas de las líneas que cubren los trayectos Madrid-Alicante, Sevilla-Salamanca-lrún y Salamanca-León-Santander-Laredo.

En cuanto a las previsiones para 2020, la compañía indica la incertidumbre derivada de la pandemia del Covid-19 y por ello señala que “es prematuro realizar una valoración detallada o cuantificación de los posibles impactos”.

En ese sentido, el auditor de las cuentas incluye un párrafo de énfasis motivado por el posible impacto del nuevo coronavirus en los negocios y “los efectos que la situación de crisis podría llegar a producir en las operaciones futuras de la sociedad”.