E.on gana un 7% menos en el primer semestre y rebaja sus previsiones para todo el año
La eléctrica alemana registró un beneficio neto de 359 millones de euros en la primera mitad del año
La compañía alemana de suministro energético E.on tuvo un beneficio neto atribuido en el primer semestre de 359 millones de euros, un 7 % menos que un año antes. E.on informó hoy de que la facturación mejoró entre enero y junio hasta 30.503 millones de euros, casi el doble que hace un año (+90 %), tras la adquisición de Innogy, que era la división de renovables y redes de RWE. El beneficio operativo subió hasta 1.623 millones de euros, un 60,2 % más.
"Podemos ver mucho más claramente que al final del primer trimestre y podemos mirar hacia delante el segundo semestre del actual año con mayor confianza", dijo el consejero delegado de E.on, Johannes Teyssen.
Teyssen consideró que proporcionaron un resultado operativo fuerte en el primer semestre pese a la pandemia de COVID-19 y dijo que todos sus negocios marchan de forma robusta.
E.on pudo limitar las repercusiones de la pandemia, que "hasta ahora han sido suaves" para la compañía, según Teyssen.
También asegura que "los paquetes de estímulo económico adoptados por la Unión Europea (UE) y del Gobierno alemán refuerzan la posición estratégica de E.on al proporcionar sustanciales oportunidades de inversiones adicionales" en redes, almacenamiento de energía e infraestructuras.
E.on va a invertir 500 millones de euros más en infraestructuras para la protección del clima y el estímulo económico y 200 millones más en redes en 2020.
No obstante, E.on ha revisado a la baja sus pronósticos para el 2020 y prevé un beneficio neto antes de extraordinarios de entre 1.500 y 1.700 millones de euros (antes había previsto entre 1.700 y 1.900 millones).
La compañía calcula que el impacto adverso de COVID-19 será este año del 2 % de beneficio operativo bruto (ebitda), unos 300 millones de euros si no se producen nuevas medidas de confinamiento de gran alcance en sus mercados principales.
La mitad de ellos, 150 millones, ya se reflejan en el resultado del primer semestre y se atribuyen al negocio de redes, pero estos efectos podrán recuperarse entre 2022 y 2024 debido a mecanismos de regulación.
Hasta ahora E.on apenas ha estado afectado por impagos y las provisiones para un aumento de pérdidas por crédito son responsables sólo de una pequeña porción del impacto adverso.
La mayor parte del efecto adverso resultó de la reventa preventiva y temprana de electricidad que había sido obtenida para clientes pero que no pudo venderse como resultado del confinamiento.
La reventa permitió a E.on reducir pronto significativamente sus riesgos. E.on ha completado la adquisición de Innogy tras la expulsión de minoritarios y la integración procede según el plan previsto.