A Coruña y municipios aledaños serán sometidos a restricciones para contener los contagios
La ciudad retrocederá a un tipo de fase 2 mientras que en el resto de municipios se limitará el ocio nocturno durante cinco días
La ciudad de A Coruña y los municipios colindantes serán sometidos a partir de mañana sábado a medidas restrictivas para tratar de frenar la propagación del coronavirus, como limitar al 50% el aforo en locales públicos, restringir a un máximo de diez personas las reuniones familiares con no convivientes o prohibir las verbenas y fiestas, entre otras disposiciones, ha anunciado este viernes la Xunta. De esta forma, A Coruña retrocederá a un tipo de fase 2 mientras que en los municipios de los alrededores se limitará el ocio nocturno.
Según ha explicado en rueda de prensa el conselleiro de Sanidade, Jesús Vázquez Almuiña, las medidas entran en vigor a partir de la medianoche, después de que hayan sido publicadas esta tarde en el Diario Oficial de Galicia (DOG).
Esas restricciones extraordinarias obedecen, según las autoridades, al aumento de casos de infección por coronavirus en la zona y pretenden evitar así la propagación de contagios. Las medidas estarán activadas por un tiempo de cinco días hasta que de nuevo se vuelva a reunir el comité científico para supervisar su efectividad y la evolución de la transmisión del virus.
El conselleiro de Sanidad, Jesús Vázquez Almuiña, dijo en una conferencia de prensa que estas medidas se adoptan ante el incremento "de forma notable" de casos de contagio de coronavirus en el área sanitaria de A Coruña en los últimos días.
Entre otras medidas que se adoptarán a partir de esta medianoche, en el área sanitaria de A Coruña-Cee quedarán prohibidas las visitas a las residencias de la tercera edad y la salida de los residentes de estos centros, y quedarán cerrados los centros de día.
La decisión de las autoridades sanitarias de establecer medidas preventivas de restricción afectará a los municipios de A Coruña, Arteixo, Culleredo, Oleiros, Cambre, Bergondo, Carral, Abegondo y Sada.
Almuiña explicó que tras evaluar el aumento de casos registrado en las últimas fechas en el área de A Coruña, el Gobierno gallego decidió adoptar tres niveles diferenciados de medidas con la intención de tratar de frenar la expansión de las infecciones por coronavirus en la comarca de A Coruña.
En el ámbito de la comarca de A Coruña -Arteixo, Culleredo, Oleiros, Cambre, Coruña, Bergondo, Carral, Abegondo y Sada-, desde esta medianoche se prohíbe el ocio nocturno en todos estos municipios, donde además, quedarán prohibidas las fiestas y verbenas. Además, los velatorios que se celebren en dicha comarca solo podrán contar con un máximo de 10 personas en espacios interiores y de 25 en ubicaciones al aire libre. Los lugares de culto que acojan bodas o actos religiosos solo podrán cubrir el 50% del aforo y, estos eventos, no se podrán celebrar en el exterior de los edificios.
En el caso de los centros comerciales los clientes solo podrán permanecer en la zona de tránsito, y los establecimientos reducirán la ocupación máxima al 50%. Además, en las playas, los consistorios deberán limitar el acceso y la capacidad para asegurar que se cumplen las distancias de seguridad y, en las piscinas, se deberá respetar el 50%.
En cuanto a los mercados, aquellos que se celebren en la vía pública no podrán superar el 50% del aforo y deberán limitar la afluencia de clientes para garantizar la distancia. Eso sí, los ayuntamientos podrán aumentar la superficie habilitada o permitir la celebración en nuevos días.
Por otra parte, los ayuntamientos de A Coruña, Oleiros, Arteixo, Culleredo y Cambre tendrán restricciones adicionales como la limitación de reuniones privadas de personas no convivientes a un máximo de diez, la limitación de aforos de los establecimientos comerciales y de hostelería al 50% de su capacidad y el horario de cierre máximo de bares y restaurantes se adelantará a las 01:00 horas.
Un dispositivo de control vigilará que positivos cumplen medidas en Zaragoza
Un dispositivo de vigilancia y control que estará formado por la Policía Local y la Nacional, además de por trabajadores sociales, miembros de protección civil, personal sanitario y empleados del tercer sector, vigilarán en Zaragoza que las personas que han sido diagnosticadas como positivas en coronavirus y sus contactos directos, sean asintomáticos o no, cumplen con las medidas de confinamiento in situ, en sus domicilios.
Así se ha acordado en la reunión que han mantenido este viernes el presidente de Aragón, Javier Lambán, el alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, y el delegado del Gobierno en la Comunidad, Fernando Beltrán, junto con responsables de la consejería de Sanidad.
El dispositivo policial de vigilancia y control comenzará a operar en el barrio de las Delicias de la capital aragonesa, en el que se están detectando la mayoría de contagios en los últimos días, aunque probablemente se extenderá a otras zonas, e implicará la vigilancia de que las normas de aislamiento se cumplen y, en su caso, el establecimiento de las correspondientes sanciones.
Además de los agentes, el control lo realizarán un equipo trabajadores sociales, miembros de protección civil, personal sanitario y empleados del tercer sector que se encargarán de visitar por parejas los domicilios de todas las personas que hayan contraído el virus.
"La intervención proactiva significa ir un paso más y realizar esta comprobación de los casos 'in situ' en los domicilios", ha explicado en rueda de prensa la consejera de Sanidad del Gobierno de Aragón, Sira Repollés.
Además de comprobar si los afectados permanecen en sus hogares y de informarles, los profesionales también analizarán si el domicilio cumple las condiciones mínimas de habitabilidad para garantizar el aislamiento.
En caso contrario, los trabajadores sociales les ofrecerán alguna de las alternativas que el Ejecutivo autonómico ha ido acondicionando en las últimas semanas como residencias, hoteles o el alojamiento instalado en el Auditorio de Zaragoza. En ese sentido, Repollés ha reconocido que muchas de las personas que están incumpliendo el confinamiento no lo hacen por "voluntad propia", sino por las "condiciones de las viviendas o de trabajo" que disponen.
Por su parte, el director general de Salud Pública de Aragón, Francisco Javier Falo, se ha mostrado confiado en que esta medida permita mejorar la capacidad de identificación de los contactos de los contagiados en la comunidad. "Si esas personas no se quedan en su casa, el resultado final del inmenso esfuerzo que está haciendo Sanidad prácticamente lo estamos dilapidando", ha señalado el presidente de Aragón, Javier Lambán.