Euskadi trabaja para reactivar sus fábricas
El nivel de ocupación de las plantas cae al 55% por la crisis sanitaria derivada del Covid-19
Euskadi siempre está pendiente de su industria, que aporta el 25% del PIB de la comunidad autónoma. La aparición del Covid-19 frenó durante casi un mes la actividad en casi todos los sectores, también en el fabril, y ahora las fábricas intentan recuperar los anteriores niveles de ocupación.
La vuelta a la normalidad es paulatina y las instalaciones no operan a plena capacidad, de media entre el 55% y el 60% de sus posibilidades de producción, muy lejos del ideal del 80% que garantiza generación de riqueza y empleo.
Y las previsiones a corto plazo no son muy halagüeñas. El Gobierno vasco ha corregido recientemente la estimación de caída del PIB de Euskadi para 2020. Si en abril pasado calculaba un retroceso del 3,6%, el impacto y duración de la pandemia ha elevado ese desplome al 8,7%.
En paralelo, el paro aumenta del 9,9% previsto al 13,7%, con la pérdida subsiguiente de 68.000 empleos.
Al menos, desde el Ejecutivo del lehendakari, Iñigo Urkullu, creen en un rebote de la economía para 2021, con un PIB al alza en un 6,7%, la recuperación de 48.000 puestos de trabajo y con un paro todavía en dos dígitos que un leve descenso situaría en el 12,2%. La recuperación real, siempre según las estimaciones del Gobierno de Vitoria, llegaría en 2022.
68.000 empleos perderá Euskadi este año. El retroceso del PIB será del 8,7% y la caída en la actividad industrial llegará al 7,8%, prevén desde el Gobierno vasco.
Trasladada a la industria esta evolución, en 2019 ya comenzó a comprobar la ralentización de una economía que esperaba la llegada de un ciclo de crisis, pero sin una pandemia que ha empeorado mucho la situación de todos los mercados.
El sector fabril creció tan solo un 1,1% el año pasado porque las exportaciones se resintieron de la citada atonía internacional. Si Euskadi había conseguido sendos récords en su volumen de operaciones con el exterior en 2017 y 2018, durante el ejercicio anterior registró un ligero retroceso del 0,4% en sus exportaciones, al contabilizar casi 25.400 millones.
Con la pandemia, los números rojos seguirán en la industria vasca. El Gobierno de Vitoria prevé un retroceso de hasta el 7,8% este año, aunque confía en una recuperación en 2021 que eleve la actividad de las fábricas por encima del 6,4%.
Automoción y aeronáutica son los principales sectores de la industria vasca. Y la pandemia ha impactado de lleno a los dos. En el primero, el desplome de las matriculaciones en todo el mundo, que algunos analistas sitúan en el 25% para este año, puede mitigarse en parte con los recientes planes de ayuda al sector por parte de las Administraciones.
Euskadi cuenta con una planta de ensamblaje, la de Mercedes-Benz en Vitoria, con 5.000 trabajadores y que supone el 5% del PIB de la comunidad autónoma. Es la única marca instalada en España que ya trabaja a tres turnos.
Pero donde se nota la importancia del sector de las cuatro ruedas en el País Vasco es en su red de fabricante de componentes para automoción, que emplea a 40.000 personas.
Reordenación por el miedo a volar
En el sector aeronáutico vasco también ha aterrizado la pandemia, que ha provocado una caída del tráfico de pasajeros del 80% en todo el mundo (el retroceso en Europa ha sido del 90%). Con este miedo a volar, los proveedores vascos de componentes, como Aernnova e ITP Aero, han tenido que recurrir a sendos ERTE porque los programas de nuevos aviones se han retrasado. El sector estima que su actividad ha caído entre un 36% y un 43%, lo que ha obligado a esos ajustes laborales en las fábricas. Esta industria da empleo en Euskadi a casi 5.000 personas.