EE UU autoriza a Philip Morris a vender Iqos como producto menos nocivo que el cigarrillo
La FDA avala que calentar tabaco produce menos partículas nocivas
Philip Morris ha recibido la autorización de la autoridad sanitaria estadounidense, la FDA, para poder incluir en sus mensajes de marketing que su dispositivo de tabaco calentado, Iqos, es un producto de riesgo modificado, es decir, que “presenta una exposición reducida a una sustancia”.
En concreto, EE UU permite a la tabaquera a afirmar que su dispositivo “reduce significativamente la producción de componentes químicos nocivos y potencialmente nocivos”, y también determina como evidencia que “los estudios científicos han demostrado que cambiar completamente de cigarrillos convencionales al sistema Iqos reduce significativamente la exposición de su cuerpo a químicos dañinos o potencialmente dañinos”.
La FDA avala que, en base a los datos y estudios aportados por Philip Morris, vender Iqos con esta información adicional para el consumidor “podría ayudar a los fumadores adultos adictos a dejar de fumar cigarrillos de combustión y reducir su exposición a productos químicos nocivos, pero solo si cambian por completo”. Esto no quiere decir que Iqos esté libre de riesgo, y la propia FDA monitorizará el uso del dispositivo para comprobar que cumple con estas evidencias.
Para Philip Morris, que ya recibió la autorización para vender este dispositivo en suelo estadounidense el año pasado, este dictamen supone un espaldarazo en su estrategia de negocio. Entre otros objetivos, pretende que el 42% de su facturación mundial en 2025 proceda de estas alternativas.
“La decisión de la FDA supone un hito histórico para la salud pública. Muchos de las decenas de millones de hombres y mujeres estadounidenses que fuman hoy acabarán por dejar el hábito, pero también hay muchos que no lo harán. La decisión de hoy permite informar a estos fumadores adultos de que pasarse completamente a IQOS supone una opción mejor que seguir fumando”, valoró el consejero delegado de Philip Morris, André Calantzopoulos.
Este subrayó que la decisión de la FDA demuestra que “Iqos es un producto completamente diferente a los cigarrillos de combustión y, por lo tanto, debe regularse de un modo distinto”. Un mensaje dirigido a países como España, donde el ministerio de Sanidad equipara al tabaco calentado y a los cigarrillos electrónicos con los tradicionales de combustión.