El Corte Inglés reduce más de un 40% su factura financiera en solo un año
De los más de 200 millones en costes financieros que abonaba en 2016, ha bajado a 113 en el último año
El Corte Inglés ha conseguido en los últimos años poner orden en su situación financiera, tras alcanzar unos elevados niveles de endeudamiento que han llevado a la compañía a algo que hace no mucho era impensable: vender parte su amplia cartera inmobiliaria, incluidos algunos centros comerciales.
Un as en la manga que, unido a la mejora del negocio en los últimos años y a la mayor generación de caja, le ha permitido reducir esa deuda. A ello se suman las refinanciaciones con los bancos de su pasivo financiero, lo que le ha proporcionado mejores tipos de interés y, automáticamente, aliviar de forma ostensible la factura que cada año tenía que pagar en forma de intereses.
Prueba de ello son los 113 millones de euros que El Corte Inglés abonó en el ejercicio 2019 como costes financieros, según consta en la cuenta de pérdidas y ganancias incluida en la documentación enviada a los inversores.
Se trata de una cantidad ostensiblemente inferior a la del ejercicio anterior, cuando se elevaron a 195 millones de euros. En ese periodo de 12 meses El Corte Inglés consiguió reducir un 42% su factura financiera, compuesta básicamente por los intereses de la deuda, que pasaron de más de 16 millones mensuales a poco más de 9.
A finales del último año contable, la deuda financiera neta del grupo alcanzaba los 2.729 millones, un 19% menos que en el ejercicio anterior y un 30% menos que la que su balance presentaba a cierre de 2016. Entonces los gastos financieros superaban los 203 millones anuales, lo que quiere decir que desde aquel ejercicio ese gasto se ha recudido un 45%, casi la mitad.
En esos tres años que han pasado hasta la actualidad han mediado dos acuerdos de refinanciación, aunque el último fue firmado a finales de febrero y, por tanto, sus efectos se podrán ver en los próximos años.
El primero fue sellado a inicios de 2018, y conllevó la refinanciación de 3.650 millones de deuda. Un acuerdo clave para entender la realidad actual del grupo y que le preparó el terreno para la posterior salida al mercado a través del lanzamiento de 690 millones en bonos.
El folleto de esta emisión indicaba que, a 28 de febrero de 2018, El Corte Inglés tenía unos compromisos financieros de 1.814 millones de euros en el plazo de un año. Un año después, a 28 de febrero de 2019, estos bajaban a 306 millones, de los cuales 236 correspondían a los préstamos bancarios.
Al cierre del ejercicio 2020 los compromisos para el próximo año son de 733 millones, de los cuales 375 corresponden a la renovación del programa de emisión de pagarés del MARF y solo 28 a deuda bancaria. En ese calendario ya entra en juego la refinanciación firmada el 26 de febrero justo antes del cierre del año fiscal, con un monto total de 2.000 millones de euros a un plazo de cinco años prorrogable a dos más y con un tipo de interés medio del 0,7%.
Lo que no contempla, al haberse suscrito después, es el crédito anti-Covid de 1.311 millones firmado en abril.
Conserva el rating
Una mejor estructura financiera que le está permitiendo conservar la calificación crediticia pese al fuerte impacto que el coronavirus está teniendo en su negocio. En abril, en pleno confinamiento, las agencias mantuvieron la nota. Moody’s, Fitch, Standard & Poor’s y Axesor decidieron no modificarla aunque las tres primeras la pusieron en vigilancia negativa, mientras que Axesor la mantenía estable.
El lunes Moody’s se reafirmó, por un doble motivo: la generación de ingresos online y en alimentación durante el confinamiento, y la mejora de la deuda de la compañía gracias al desapalancamiento de los últimos años, que le permite contar con una sólida liquidez. Esto pese a que Moody’s calcula una caída de los ingresos de 4.400 millones en este ejercicio. El resto de agencias aún deben pronunciarse al respecto.
Moody’s también destacaba las medidas de contención de costes aplicadas durante la crisis, y en concreto el ERTE aplicado a 26.000 trabajadores. En materia laboral, El Corte Inglés también redujo sus costes durante el ejercicio 2019.
Estos fueron de 2.391 millones de euros, un 1,5% menos que en 2018 y un 8,3% por debajo de la cifra del ejercicio 2016. Aquí también hay que tener en cuenta las desinversiones. Desde ese año El Corte Inglés ha vendido Ópticas 2000 o su negocio informático, lo que le ha permitido quitarse de la cuenta de resultados los costes laborales de estas filiales.
Aminoró las inversiones hasta 344 millones
El Corte Inglés destinó a inversiones un total de 344 millones de euros durante el pasado ejercicio, una reducción del 12% respecto a la cifra declarada en el anterior año contable. Así consta en la documentación financiera enviada a inversores en la que detalla que la gran mayoría de esas aportaciones fueron destinadas a las actividades relacionadas con retail, en concreto 319 millones.
“Nuestros gastos de capital consisten principalmente en la reforma y mantenimiento de nuestras tiendas, la transformación tecnológica, digitalización y mejoras en nuestras actividades centrales”, dice la empresa en esa documentación. De la cifra total, 319 millones correspondieron a mantenimiento de instalaciones o equipos mientras que 25 millones se dedicaron a expansión, cuatro millones menos que en el año anterior.
Esos 344 millones representan la cifra más baja en inversiones de capital desde al menos el ejercicio 2016. Entonces El Corte Inglés destinó 355 millones, cifra que un año después se incrementó a 360 y en 2017 a 424. En ese ejercicio la partida destinada a expansión fue de 42 millones, casi el doble que el año pasado, según la información reflejada en el folleto de emisión de los bonos de 2018. En el ejercicio 2018 ya descendió ligeramente hasta los 390 millones.
Un descenso que también está relacionado con el hecho de que en los dos últimos ejercicios El Corte Inglés se haya desprendido de dos filiales, Óptica 2000 en 2018, en este caso perteneciente al perímetro de retail, y la división informática.