La venta de cigarrillos cae otro 26% en mayo y cierra los peores cinco primeros meses de su historia
El acumulado del año registra una caída de más del 10%
Ni la mayor libertad de movimientos durante la desescalada ni el hecho de que los estancos hayan permanecido abiertos durante toda la crisis evita que el mercado del tabaco en España continúe hundiéndose. Las ventas de cigarrillos en península y Baleares, tanto en unidades como en valor económico, se desplomó otro 26% durante el mes de mayo, en el mismo nivel que ya se vio en abril, aunque entonces regía un confinamiento estricto que limitaba al máximo la movilidad de los consumidores.
Sin embargo el mercado no ha notado el progresivo alivio. En mayo las ventas de cigarrillos fueron de 680,8 millones de euros, un 26,6% menos que en el mismo mes del año anterior. Respecto a abril es una mejora del 10%, pero insuficiente para sacar al mercado de una de las peores situaciones a las que se ha enfrentado. Medidas en cajas de cigarrillos de 20 unidades, las ventas fueron de 150,5 millones en mayo, un 26,1% menos que hace un año. También mejoraron un 10% respecto a abril.
El acumulado de ventas entre enero y mayo es de un total de 3.625,7 millones de euros, casi un 11% menos que en el mismo periodo del año anterior. Son los peores cinco primeros meses del año para el mercado del tabaco desde que el ministerio de Hacienda desglosa mes a mes las ventas del sector, esto es 2005. Además, son 1.000 millones menos de lo que se generó en el mismo periodo de 2010. Es decir, en 10 años se ha perdido casi una cuarta parte de los ingresos. Ni siquiera durante la crisis de 2013 se vieron caídas similares. Entonces el mercado llegó a caer un 20% en marzo después de una subida de impuestos. Al mes siguiente se amortiguó hasta un descenso del 6%.
Las perspectivas no son demasiado halagüeñas para el sector en lo que queda de año. La caída de la economía y sobre todo el esperado aumento del desempleo en lo que queda de ejercicio hace temer al mercado tabaquero que este será el peor año desde que se tienen registros, debido a la íntima relación que anteriores crisis han demostrado entre paro y menor consumo de tabaco. Todo ello entre los temores habituales en cada recesión económica: una subida de impuestos que según el sector les pondría la puntilla.
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