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Las telecos invierten 30.000 millones desde 2012 y evitan una caída mayor del PIB

La fibra y el 4G han sostenido el teletrabajo y las operaciones de muchas empresas Telefónica pasó en ese periodo de 1 a 23 millones de hogares con fibra

REUTERS
Santiago Millán Alonso

Las telecos españolas han invertido desde 2012 más de 30.000 millones de euros, principalmente en los despliegues de las redes de nueva generación de fibra y móvil 4G. Fue entonces cuando Telefónica decidió apostar por la fibra, y dirigir gran parte del capex a renovar las infraestructuras, con la progresiva sustitución del ADSL basado en el tradicional cobre. Y todo en un momento en el que España estaba inmersa en una grave crisis económica y financiera, y en el que las telecos de otros países optaron por congelar la inversión para cuidar la caja.

Desde entonces, Telefónica ha invertido 13.700 millones de euros en España, por cerca de 7.400 millones de Vodafone (en 2015 y 2016 aplicó el Plan Sprint, que supuso casi duplicar la inversión para extender el 4G), y casi 7.000 millones de Orange. MásMóvil ha invertido 1.200 millones en los últimos tres años.

Con estas apuestas, la red en España ha cambiado completamente. A final de 2011, antes del inicio de la apuesta, Telefónica apenas contaba con algo más de un millón de hogares cubiertos con fibra, cifra que se duplicó hasta los 2,2 millones en 2012, con 312.000 clientes. En 2015, la operadora había alcanzado los 11 millones de accesos de fibra, para superar los 23,4 millones en marzo de este año. Es decir, la media de los despliegues ha superado los dos millones de hogares cada año.

Orange, por su parte, aceleró en la apuesta por la fibra con la adquisición de Jazztel, casi coincidiendo con la compra de Ono por parte de Jazztel. Al cierre de 2015, Orange cubría 5,1 millones de unidades inmobiliarias, cifra que se amplió a 14,9 millones a final de 2019. Su objetivo es alcanzar los 16 millones de hogares con fibra en 2023.

Con estas coberturas, más del 80% de los clientes de banda ancha de las telecos españolas ya acceden a través de la fibra.

De igual forma, las operadoras han alcanzado ya una cobertura casi total de la población con el móvil 4G, mientras ya están dando pasos en el 5G, especialmente Vodafone.

La coincidencia entre las telecos es que, sin la renovación, la red no habría sostenido el fuerte aumento del tráfico registrado durante el confinamiento decretado en el estado de alarma para hacer frente al contagio del coronavirus. Y es que se llegaron a registrar crecimientos del 50% en el tráfico de internet y de entre el 90% y el 100% en llamadas en la red móvil, entre otros. Videoconferencias, gaming, televisión, Netflix... el uso se disparó.

Fuentes del sector creen que hace cuatro o cinco años, la red no habría soportado esta carga de datos. “Habría sido terrible”, dicen estas fuentes, que recuerdan que durante el confinamiento otros países europeos como Alemania, Austria o Reino Unido sí han sufrido problemas de caídas en la red por el aumento del uso. “Su cobertura de fibra es muy inferior a la española”, dicen.

Un informe de Arthur D. Little advertía en 2016 de que la economía digital era clave para el desarrollo de la sociedad, las empresas y las administraciones públicas, insistiendo en que las infraestructuras de telecos eran necesarias para el desarrollo de los servicios. Bajo esta premisa, con una caída de los servicios o con peores redes, el impacto del parón en la economía española generado por el Covid-19 habría sido mucho más fuerte del registrado. El Banco de España señala que la actividad económica cayó un 34% en la segunda quincena de marzo.

Sin el teletrabajo, que ha sido decisivo para que muchas empresas pudiesen mantener las operaciones con la gran mayoría de sus empleados confinados en sus casas, no se habría mantenido al mismo ritmo sin la implantación de la fibra. “Muchas más compañías se habrían visto obligadas a parar la actividad, o habrían sufrido problemas en su operativa, con las posibles caídas de la red”, dicen fuentes del sector.

Presión sobre los ingresos

Bajada. La apuesta inversora de las telecos ha coincidido con un momento de fuerte presión sobre los ingresos, a causa, especialmente, del aumento de la competencia. Si en 2012 los ingresos totales del sector en España eran de 35.091 millones de euros, en 2019 rondaron los 33.980 millones, según los cálculos de la CNMC.

Móvil 5G. El sector va a afrontar un nuevo reto con la llegada del 5G. Las telecos van a afrontar en los próximos meses la subasta de espectro de 700 MHz, clave para esta nueva tecnología, y que se ha retrasado por culpa de la pandemia. Las operadoras coinciden en que los términos de la licitación marcarán el ritmo de despliegue de 5G. En su opinión, si en la subasta predominan los criterios de recaudación, se retrasará la implantación de esta tecnología, a la que consideran clave para ámbitos como la industria.

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Sobre la firma

Santiago Millán Alonso
Es periodista de la sección de Empresas, especializado en Telecomunicaciones y Tecnología. Ha trabajado, a lo largo de su carrera, en medios de comunicación como El Economista, El Boletín y Cinco Días.

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