Las renovables reclaman regular las subastas en un decreto ley urgente
La regulación está en el proyecto de Ley de Cambio Climático que tramita las Cortes
El proyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética que el Consejo de Ministros remitió al Parlamento el pasado 18 de mayo incluye un cambio regulatorio en las futuras subastas de capacidad renovable. El cambio, que supondrá una modificación de la Ley del Sector Eléctrico, implica la subasta no de la inversión realizada, a retribuir a lo largo de la vida regulatoria de la instalación, como hasta ahora, sino de un precio por MWh producido.
Se trata de una larga reivindicación del sector que, finalmente, el Ministerio de Transición Ecológica que dirige la vicepresidenta Teresa Ribera aceptó incluir en la ley que ahora se tramita. Sin embargo, dado que el proceso de aprobación de la norma se presume largo (con un poco de suerte en el primer trimestre del año que viene), las empresas del sector, tanto eólicas como fotovoltaicas, están negociando con el ministerio que la regulación de las subastas se saque de la ley en trámite y se incluya en un real decreto ley que pueda aprobarse de manera urgente. Ello permitiría realizar este mismo año alguna subasta y recuperar el tiempo perdido.
El trámite será aún más largo del previsto teniendo en cuenta que Vox, en el último minuto, presentó el pasado jueves una enmienda a la totalidad al proyecto de ley. Es sabido que la formación que lidera Santiago Abascal niega el cambio climático.
Fuentes del sector de las renovables reconocen las negociaciones con el Gobierno y que estas se encuentran un tanto ralentizadas porque además de Transición deben dar el visto bueno Economía y Hacienda.
Las empresas habían aceptado sin problema el cambio introducido por el ministerio de Ribera en el anteproyecto de ley, en el que figuraba el compromiso de subastar 3.000 MW de capacidad verde cada año. Una atadura que la propia CNMC desaconsejó en el informe preceptivo sobre la ley. Con los objetivos de renovables del Plan Nacional de Energía y Clima (PNIEC) consideran cumplidos sus deseos.
La urgencia de celebrar cuanto antes una subasta está relacionada con el hundimiento de los precios del mercado eléctrico durante el estado de alarma derivado de la caída de la demanda y de la abundancia de generación con renovable.
Con precios deprimidos (por debajo de 30 euros MWh) es difícil que los proyectos en el libre mercado, sin el respaldo de la subasta, logren la financiación de los bancos, se lamentan en el sector. Los bancos, excepto Sabadell, se han replegado. También resulta casi imposible firmar contratos bilaterales de suministro a largo plazo, a 10 o 15 años, como hasta ahora. Como mucho, por cinco años.
Estos son los motivos que, según las empresas eólicas y fotovoltaicas, hacen urgente la celebración de alguna subasta por parte del ministerio este año. Pero, para ello, es necesario cambiar las reglas a través de una norma con rango de ley.