El Covid logra que la UE acelere el cambio de una obsoleta norma que penaliza a la banca por compras de tecnología
La EBA computará como inversión el gasto en informática y se equipara a EE UU
La Comisión Europea (CE) sigue avanzando en las negociaciones para votar el próximo 8 de junio un paquete de medidas bancarias para flexibilizar ciertos requerimientos de capital, en unos casos como medidas temporales para paliar en parte la crisis del Covid-19, y en otros para corregir algunas iniciativas discriminatorias frente a los regímenes de cómputo de ciertas partidas, o como un gesto ante las reivindicaciones del sector. El objetivo final es que la banca aumente el flujo del crédito en esta crisis inicialmente sanitaria, pero que está desembocando en económica.
En conjunto, se han presentado más de 100 enmiendas solo para el sector financiero. De ellas, en España destacan seis medidas, que inicialmente van a ser incluidas en el reglamento CRR2 sobre requerimientos de capital, de medidas para reducir el riesgo en el sistema financiero. Todas las fuentes consultadas, de hecho, aseguran que este paquete bancario quedará recogido en esta nueva normativa.
Este paquete, defendido entre otros países por España, es una mitigación del impacto de la norma contable IFRS 9, para ampliar las disposiciones transitorias en el capital de los bancos, de 2020 a 2024.
Otra iniciativa, en este caso muy destacada por la banca española, es la extensión del tratamiento preferencial de los NPL (non performing loans) o activos impagados garantizados por organismos oficiales de crédito a la exportación a los NPL garantizados por el sector público. Es decir, a los créditos que ahora mismo cuentan con aval del ICO, y aunque entre el 80% al 60% de la mora la cubre el Estado, se necesita que se incluya en un reglamento europeo para su efectividad, según explican fuentes jurídicas de un gran banco. De lo contrario los bancos tendrían que realizar provisiones por todo el crédito si llega a convertirse en un impagado, pese a que los Estados hayan previsto que solo cubran la parte que no cuenta con la garantía pública.
Otra medida destacada por la banca española, y en general europea, es la de la exención de la deducción de determinados programas informáticos y compra de tecnología del ratio de capital principal CET1. De esta forma, y como reclama la banca estas cada vez más importantes inversiones dejarán de consumir capital al pasar a ser consideradas una inversión, según explican varias fuentes financieras.
De esta forma, la norma europea sobre estas compras se equipararan a las de Estados Unidos, país en el que siempre han sido consideradas una inversión, y por lo tanto no consumen capital, y pueden amortizarse, algo que no ocurre en Europa.
Esta reivindicación es casi histórica para la banca, ya que llevan desde hace años reclamándola. Aseguran que esta diferencia proviene de cuando la compra de software o informática apenas tenía peso en el sector. Nadie pensaba en su relevancia posterior. Ahora, sin embargo, es una de las partidas de inversión más importantes para un banco. Es por ello que se incluye en este reglamento anticrisis y la Autoridad Bancaria Europea (EBA) adelantará, previsiblemente su entrada en vigor a julio, tras su aprobación en la UE este mes.
Otra medida incluida en este paquete bancario es el de medidas de apoyo a pymes e infraestructuras, con el adelanto en un año de medidas para rebajar el peso del crédito en el capital del banco.
También se adelanta en un año la aplicación del tratamiento preferencial a las exposiciones de préstamos garantizados por pensiones y salarios. Se retrasa, por otra parte, al 1 de enero de 2023 la aplicación del colchón del ratio de apalancamiento.
Este conjunto de medidas, se da por hecho, que se aprobarán. Más dudas provoca la extensión de la suspensión del dividendo de la banca un año más, hasta octubre de 2021. Esta iniciativa también se podría incluir en este paquete de medidas bancarias por la crisis del Covid si prosperan las enmiendas de algunos eurodiputados.