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Albiol recobra el mando de Badalona ante la falta de consenso de la izquierda

El popular recobra la alcaldía después de que el socialista Álex Pastor dimitiera al ser detenido por conducir ebrio en pleno confinamiento

El popular, Xavier García Albiol, durante su intervención en su proclamación como nuevo alcalde de Badalona.
El popular, Xavier García Albiol, durante su intervención en su proclamación como nuevo alcalde de Badalona.Europa Press

El líder del PP de Badalona, Xavier García Albiol, ha recobrado la alcaldía del cuarto municipio más poblado de Cataluña ante la falta de consenso de las formaciones de izquierda, que no han logrado cerrar un acuerdo para evitar que el candidato popular asumiera el cargo.

Albiol regresa al frente del consistorio, que comandó entre 2011 y 2015, después de haber ganado también las dos siguientes convocatorias electorales, aunque perdió la alcaldía, primero a manos de Dolors Sabater (Guanyem Badalona en Comú), y después del socialista Álex Pastor, cuya dimisión por haber sido detenido al conducir ebrio en pleno confinamiento ha abocado a esta nueva investidura.

Los populares han recuperado la alcaldía de forma inesperada en un pleno de infarto, similar al que la localidad vivió el pasado junio, cuando las fuerzas progresistas acordaron "in extremis"' investir a Pastor, con la diferencia de que esta vez la carrera contrarreloj no ha llegado a buen puerto.

Los negociaciones entre Guanyem y el PSC, que habían pactado repartirse la alcaldía durante un año y medio con el apoyo de todas las formaciones de izquierda, no han prosperado y el pleno ha comenzado sin que los de Sabater hubieran rubricado el pacto porque exigían ostentar el cargo durante dos años.

Esta falta de consenso ha llevado a Albiol, cuya lista cosechó 11 ediles, a hacerse con la vara de alcalde en segunda vuelta después de que ninguno de los candidatos lograra la mayoría necesaria de 14 concejales en una votación en la que Sabater ha obtenido diez apoyos -los de Guanyem, ERC, los comunes y JxCat- y el socialista Rubén Guijarro, los seis de su formación.

Visiblemente emocionado y con la voz rota, Albiol ha agradecido la confianza y ha prometido que no usará el ayuntamiento "en favor de ningún interés partidista o ideológico" porque es, ha dicho, "más militante de Badalona" que del PP.

"Vamos a trabajar exclusivamente por y para los vecinos, sin sectarismos ni compadreos de ningún tipo", ha recalcado durante una sesión que se ha celebrado en el auditorio del Badalona Centro Internacional de Negocios (BCIN), un espacio mayor que la sala de plenos del Ayuntamiento para que los concejales, la mayoría de ellos con mascarilla y guantes, pudieran mantener las distancias de seguridad por la pandemia.

Albiol ha tendido la mano al resto de formaciones para llegar a "acuerdos de ciudad" con los que combatir la crisis de la Covid-19 y, en rueda de prensa posterior, ha descartado por el momento sumar al PSC al ejecutivo municipal por la falta de "confianza".

Por su parte, los socialistas han desechado la posibilidad de impulsar una moción de censura para desalojar al PP y no han ahorrado en reproches a Sabater, a quien han acusado de anteponer "intereses partidistas" y de cometer "una grave irresponsabilidad" por permitir que Albiol asuma el poder.

"Hace muchos años que las palabras no acompañan a los hechos y se han impuesto los intereses partidistas por encima del interés común", ha lamentado Guijarro.

El desenlace de las negociaciones entre Guanyem y el PSC también le ha valido a Sabater una lluvia de reproches por parte del resto de formaciones progresistas, que la han tachado de "inmovilista", "intransigente" y de "egoísta".

El portavoz de ERC, Àlex Montornès, que concurrió en coalición con Guanyem pero la deshizo tras el 26M, le ha rogado hasta el último minuto que recapitulara, pero ante la negativa de sus exsocios ha advertido que han perdido la "confianza" del grupo republicano.

El edil de JxCat David Torrents, que ha lanzado uno de los discursos más duros durante el pleno de investidura, ha considerado un "error" que las izquierdas no hayan logrado ponerse de acuerdo para construir el primer Gobierno progresista de mayoría: "A mí se me cae la cara de vergüenza".

La líder de Badalona en Comú Podem, Aïda Llauradó, que ejercía de alcaldesa accidental, ha ido un paso más allá de las críticas y además de tachar lo sucedido de "error histórico" y "suicidio político", ha pedido la dimisión de Sabater por haber "traicionado a sus votantes".

Tras este aluvión de pullas, Sabater ha acusado al resto de formaciones de querer convertirla en una "cabeza de turco" y ha achacado el acuerdo fallido al "fracaso" del conjunto de "fuerzas de izquierdas": "Es más fácil buscar culpables que asumir la responsabilidad", ha lamentado.

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